Estivella ha sorprendido a arqueólogos e historiadores con el descubrimiento de un importante conjunto defensivo en excelente estado de conservación, del cual había escasa documentación previa.

Este hallazgo forma parte de la línea del Palància, una de las defensas clave de la ciudad de Valencia durante la Guerra Civil Española, situada estratégicamente detrás de la célebre Línea XYZ y crucial en la famosa 'Batalla de Levante'.

El conjunto de 75 metros de longitud incluye un nido de ametralladora, específicamente diseñado para ametralladoras automáticas, aunque carece de la plataforma de apoyo, un detalle poco común que ha llamado la atención de los expertos. Además, los arqueólogos encontraron un pasillo excavado en la roca montañosa que conduce a una trinchera y a un refugio inacabado, descrito como 'con dos bocas pero sin salida', según Josué Martínez, el arqueólogo lider de esta investigación, junto a su colega Sonia López.

Un elemento notable en el extremo oeste de la trinchera es un gran foso, que los investigadores sospechan podría ser un posible polvorín, un espacio de almacenamiento o incluso una zona de descanso para los soldados. Este descubrimiento destaca la importancia histórica de los hallazgos, dado que, a diferencia de otros sitios defensivos de la zona, este claramente fue utilizado durante el conflicto.

Los arqueólogos han descubierto inscripciones realizadas a carbón o lápiz en las paredes, que datan del 3 y el 22 de marzo de 1939. Estos grafitis, que presentan figuras humanas y bocetos de construcciones, evidencian que este lugar fue habitado y usado por los combatientes, otorgando un contexto más humano a los fríos hechos de la guerra.

Un legado inesperado

Poco se sabía acerca de este patrimonio hasta ahora, aunque algunos habitantes de la zona recordaban historias de cuevas en la montaña donde jugaban de pequeños, especialmente durante las festividades de Pascua, sin tener idea de su auténtica naturaleza. Esta tradición oral se convierte en una pista valiosa para los investigadores.

Hasta la fecha, la única referencia acerca de este patrimonio bélico en Estivella proviene de un antiguo informe del coronel Eixea, responsable de la fortificación de la línea del Palància. Este documento es de suma importancia, pues apenas era conocido y detalla las características de estas fortificaciones tras una inspección en diciembre de 1938. Un grupo de historiadores de la comarca, entre ellos Eduardo Bravo, Juan Francisco Gómez, José Ramón Carbonell y José Ángel Baños, ha rescatado este informe del olvido, convirtiéndolo en un recurso fundamental para entender esta parte de la historia.

Próximos pasos

Dado que el informe menciona otras áreas de interés en Estivella, los arqueólogos están solicitando una segunda fase de excavaciones. Actualmente, el foco de su trabajo se ha desplazado hacia otras localizaciones, pero la emoción por el descubrimiento realizado en el lugar es palpable entre los investigadores. Este hallazgo no solo enriquece el patrimonio histórico de la región, sino que también invita a la comunidad a reflexionar sobre los ecos de la guerra y cómo estos vestigios pueden contar historias olvidadas de valentía y sufrimiento.