Introducción

La bióloga María del Mar Collado González, líder del innovador proyecto en la Universidad de Murcia (UMU), ha descubierto que el moco que recubre a los peces puede ser la clave para el desarrollo de un nuevo tratamiento médico destinado a estas especies acuáticas. Según estos avances, el proceso tradicional para tratar a los peces enfermos es estresante y potencialmente mortal. La investigación busca cambiar esto de forma radical.

Uso del Quitiosano

Utilizando una sustancia conocida como quitiosano, derivada de los caparazones de crustáceos como camarones, langostas y cangrejos, el equipo busca no solo crear un medicamento más efectivo, sino también fomentar el uso sostenible de residuos de la industria del marisco. Este material es biodegradable y no tóxico, y ha ganado atención internacional por sus propiedades biológicas y químicas.

Nanocápsulas Innovadoras

La revolucionaria técnica implica el uso de 'nanocápsulas', partículas microscópicas que son un millón de veces más pequeñas que la cabeza de un alfiler. Estas nanocápsulas se adhieren a la mucosa de los peces y liberan el medicamento de manera gradual una vez dentro de su organismo. Esto no solo significa que los peces no necesitarán ser manipulateados, sino que también se reduce su nivel de estrés, un factor clave en la calidad del pescado.

Detalles del Proyecto

Este proyecto, que lleva el título 'Síntesis y caracterización de sistemas de liberación basados en quitosano y estudio de efectos inmunomoduladores en peces de acuicultura', se inició en enero de 2023 y está financiado por la Fundación Séneca. Sin embargo, la bióloga ya había explorado esta área durante su tesis doctoral en 2017 y ha continuado desarrollando ideas innovadoras a través de proyectos de posdoctorado.

Método de Aplicación

La investigación comenzó investigando formas de incorporar el medicamento en el alimento de los peces, pero se encontró que esta era una técnica poco viable. Como resultado, se optó por un método alternativo que utiliza un fluido con nanocápsulas de quitosano que se vierte en el tanque de los peces, facilitando la entrada del medicamento de forma más controlada.

Impacto en la Industria Acuícola

Un informe reciente de Apromar indica que más del 80% de los pescados como la lubina, dorada y atún rojo que se consumen provienen de acuicultura. La industria enfrenta desafíos significativos, y este nuevo enfoque promete dotarla de herramientas más avanzadas y sostenibles, optimizando la producción y asegurando productos de calidad.

Futuro del Proyecto

El proyecto culminará a finales de este año, y aunque el enfoque ha sido prometedor, los investigadores reconocen que aún queda mucho por hacer antes de comercializar el producto. Se esperan resultados que permitan identificar mejor cómo el quitosano interactúa con la mucina, abriendo el camino a futuras investigaciones.

Investigación Adicional

Además, existe un segundo proyecto relacionado que estudia los efectos del quitosano específicamente en doradas, cuyos resultados preliminares son alentadores.

Colaboraciones

María del Mar Collado también colaborará con investigadores de la Universidad de Gotemburgo para explorar cómo las mucinas se modifican en presencia de quitosano. Estos estudios reafirmarán la versatilidad del quitosano y su potencial para transformarse en un pilar fundamental de la acuicultura sostenible, garantizando así un futuro más saludable para el medio ambiente y los recursos marinos.