
¡Increíble! Cada imagen generada por IA consume hasta 5 litros de agua
2025-04-05
Autor: José
Madrid
En solo una semana, las imágenes creadas por inteligencia artificial han requerido la asombrosa cantidad de 216 millones de litros de agua. Cada imagen que generamos con herramientas como ChatGPT consume entre 2 y 5 litros de agua. Este sorprendente consumo, como explica Ekaitz Cancela, experto en Inteligencia Artificial y tecno-política de la Universidad Oberta de Cataluña, se debe principalmente a la necesidad de refrigerar los servidores que sustentan estos sistemas de IA. El CEO de OpenAI ha señalado, en sus redes sociales, que sus servidores están “casi derritiéndose” por el intenso flujo de datos, lo que lleva a una dependencia alarmante de los recursos hídricos para su enfriamiento.
Pero, ¿por qué debería preocuparnos? María Prado, responsable de la campaña de energía y movilidad de Greenpeace, advierte que estos números son insostenibles y el impacto ambiental es alarmante. Ella detalla que el excesivo uso de la Inteligencia Artificial conlleva graves consecuencias: no solo en el consumo de agua, sino también en el uso energético y las emisiones que resultan de estos procesos. Según sus datos, la huella de carbono atribuida a la industria de IA representa el 25% de los gases de efecto invernadero.
¡Impactante! Cada clic que hacemos en internet tiene una huella: desde memes hasta correos electrónicos, nuestras actividades digitales generan gramos de CO2. Cancela añade que, aunque cada actividad en línea tiene un coste ambiental, el uso de la Inteligencia Artificial se está convirtiendo en un problema crítico. Por ejemplo, una sola consulta en ChatGPT puede consumir tres veces más energía que una búsqueda simple en Google. Asimismo, las actualizaciones de estas tecnologías pueden acarrear un gasto energético equivalente al consumo medio de una vivienda en España durante 23 años enteros.
Ambos expertos coinciden en que la situación es preocupante. Para mitigar este impacto, proponen una regulación más estricta de las grandes empresas de tecnología, ya que, actualmente, no hay restricciones claras sobre el uso de agua y energía en estas industrias. Cancela menciona que a los gobiernos parece no interesarles esta cuestión.
Por lo tanto, es evidente que los centros de datos seguirán existiendo en el futuro cercano, y su necesidad de refrigeración aumentará con cada nueva consulta, manteniendo el gasto de agua en cifras astronómicas. La pregunta que nos dejamos es: ¿estamos listos para afrontar el precio de este progreso tecnológico? La inteligencia artificial está revolucionando nuestros mundos, pero a un costo que podría resultar devastador para el planeta.