Ayer por la noche, la tranquilidad de Requena se vio interrumpida por un violento asalto. Dos encapuchados robaron un vehículo a plena luz de la luna, mientras su propietario, en un descuido, se bajó a recoger comida para llevar. Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:30 en la intersección de la avenida Capitán Gadea con la calle Cervantes, en un momento en que la lluvia caía con fuerza en la ciudad.

El dueño del coche, que había estacionado justo en un concurrido sector lleno de bares y quioscos de comida rápida, se retiró unos instantes para recoger su pedido, dejando a su pareja dentro del vehículo. Lo que parecía ser un simple momento de espera se convirtió en una pesadilla cuando los delincuentes aprovecharon la ocasión para amenazar a la joven, obligándola a abandonar el coche y entregándoles las llaves.

La Policía Local de Requena ha confirmado el suceso y ha iniciado una investigación para dar con los ladrones. Por el momento, no hay rastros del vehículo robado, y se teme que los asaltantes hayan huido rápidamente en dirección desconocida.

Lo más sorprendente de esta historia es que, según fuentes cercanas a la investigación, los asaltantes no estaban interesados en los objetos de valor que pudieran haber en el coche. Todo parece indicar que buscaban desesperadamente un medio de transporte, demostrando que el crimen no siempre está relacionado con motivos económicos.

Este asalto ha generado una preocupación elevada entre los residentes de Requena, quienes ahora ven una necesidad imperiosa de reforzar la seguridad en las áreas de mayor afluencia. La comunidad se une para exigir medidas más estrictas de vigilancia y protección. ¿Cómo puede ser que un simple acto de comprar comida para llevar termine en un asalto? La incertidumbre crece y la ciudad se pregunta quién será el próximo objetivo.