Los devastadores incendios en Los Ángeles han dejado una huella imborrable en la comunidad, y el incendio de Palisades se ha convertido en el foco de la tragedia que afecta a la región. A cinco días de que estallara, este incendio ha arrasado con un área de 9,600 hectáreas, manteniéndose constante desde su medición inicial el 12 de enero.

Por su parte, el incendio de Eaton, que amenaza la ciudad de Pasadena, se ha estabilizado en 5,700 hectáreas desde que alcanzó esa cifra el 10 de enero, gracias a condiciones climáticas más favorables, como vientos menos intensos de lo pronosticado.

La contención de los incendios ha mejorado notablemente. El incendio de Eaton, que comenzaba con apenas un 3% de contención, ahora ha alcanzado un 65%, mientras que el incendio de Palisades ha avanzado del 11% al 31% esta semana. Sin embargo, las consecuencias han sido catastróficas: no solo se ha destruido propiedad, sino que también se ha inestabilizado el terreno, advirtiendo sobre posibles deslizamientos de tierra en las laderas de Pacific Palisades.

"Los residentes en áreas con pendientes deben estar alerta a esta inestabilidad al regresar a sus hogares", advirtió Mark Pestrella, director de Obras Públicas del Condado de Los Ángeles. Las estructuras que anteriormente consideraban seguras ahora presentan graves riesgos debido a los daños causados por el fuego y el viento.

"El suelo que sustenta sus casas se ha vuelto frágil y peligroso a causa de los recientes eventos climáticos", añadió Pestrella. A consecuencia de los incendios, algunas líneas de suministro de agua han quedado inservibles, lo que ha llevado a las autoridades a priorizar la preservación de la presión del agua y a evitar daños mayores.

Y no solo eso: el sistema de alerta del condado ha fallado, enviando mensajes de evacuación con retraso o desviando alertas a residentes que no estaban en peligro inmediato. Este caos ha llevado a que el estado se haga cargo temporalmente de las advertencias de emergencia en un condado con 10 millones de habitantes, evidenciando las debilidades en la gestión de crisis en el sur de California.

Las autoridades aún están investigando la causa del incendio de Palisades, un proceso que podría llevar bastante tiempo. El director de la ATF, Steven Dettelbach, mencionó que son necesarios métodos exhaustivos para determinar el origen del fuego. Su renuncia está en marcha, y la agencia se enfrenta a una transición de liderazgo en medio de esta crisis.

Más de 170,000 personas continúan bajo avisos de evacuación, y aunque se esperan mejoras en la contención de los incendios, una nueva ola de vientos podría reavivar las llamas la próxima semana. Para aquellos que han sido evacuados, el retorno a sus hogares devastados puede tardar aún semanas o incluso meses, con grandes riesgos de agua contaminada y deslizamientos de tierra.

Los expertos indican que podría llevar meses esclarecer cómo comenzaron estos incendios forestales, y hasta que se complete la investigación, se mantendrá un enfoque muy reservado respecto a los hallazgos. Esta situación alarmante en Los Ángeles destaca la urgente necesidad de reformas en la prevención y respuesta a incendios en California.