En un giro dramático de los acontecimientos, dos jefes de prensa de la Fiscalí­a han testificado ante el Tribunal Supremo, y su declaración pone en serios aprietos la versión que Miguel Ángel Rodríguez había ofrecido sobre las filtraciones relacionadas con el caso de fraude fiscal que involucra a la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Según estos testigos, los hechos ocurrieron tres horas antes de lo que Rodríguez afirmó en su declaración.

Los responsables de comunicació­ng de la Fiscalía General y de la Fiscalía de Madrid revelaron que alrededor de las siete de la tarde del 13 de marzo, recibieron múltiples llamadas de periodistas advirtiendo que el jefe de gabinete de Ayuso estaba difundiendo una versión engañosa de las negociaciones que estaban llevando a cabo. Rodríguez, en su testimonio, aseguró que no comenzó a filtrar información hasta más tarde, tras la publicación de un artículo en El Mundo.

Mar Hedo, directora de comunicación de la Fiscalía General, indicó que ya el 12 de marzo había sido contactada por un periodista de El País quien le preguntaba sobre posibles negociaciones para que el empresario Alberto González Amador admitiera sus delitos, cosa que ella negó saber en aquel momento. Sin embargo, es revelador que ambos editores confirmaron haber recibido información sobre filtraciones antes de las 8:30 de la tarde del día siguiente.

Iñigo Corral, jefe de prensa de la Fiscalía de Madrid, fue claro al expresar que había informado a la fiscal jefe, Almudena Lastra, sobre la situación que estaba teniendo lugar mucho antes de que Rodríguez lo admitiera, destacando que el estado de la comunicación era diferente a lo que este último había declarado.

La tensión en el juicio se intensificó cuando el abogado de Alberto González Amador solicitó al juez que imputara a Hedo, pidiendo también acceso a su teléfono móvil, solicitud que fue rechazada por el magistrado tras la declaración de Hedo, quien reveló haber cambiado de teléfono recientemente.

Estas revelaciones no han dejado indiferente a la opinión pública y han suscitado interrogantes sobre la veracidad de las declaraciones de Miguel Ángel Rodríguez. Un escándalo que ensombrece aún más la imagen de la presidenta madrileña, cuya administración se ha visto envuelta en una saga de controversias.

De acuerdo con fuentes del caso, el email crucial que está bajo investigación implica un reconocimiento explícito de fraude fiscal por parte de González Amador, lo que podría tener repercusiones legales significativas. La situación se va complicando cada vez más, y las próximas audiencias prometen más sorpresas en este intrigante caso que involucra a una de las figuras más prominentes de la política madrileña.