Un reciente ataque de Israel ha dejado devastadas las instalaciones de la Guardia Revolucionaria Iraní en la base de Shahroud, donde se desarrollan misiles balísticos y cohetes como parte de un programa espacial. Las imágenes satelitales analizadas el martes por The Associated Press evidencian el grave daño ocasionado en esta instalación clave.

La situación en Shahroud plantea preguntas cruciales sobre las capacidades militares de Irán, especialmente porque el ataque se llevó a cabo en una provincia rural de Semnan que no había sido identificada previamente por las autoridades iraníes. Este hecho refuerza el apremiante desafío que enfrenta Irán para mantener su arsenal, ya que la Guardia Revolucionaria, una de las fuerzas más poderosas dentro del régimen teocrático iraní, ha mantenido silencio sobre los daños, lo que intensifica la controversia.

La base no solo sirve para la producción de misiles balísticos de combustible sólido, que son fundamentales para las capacidades disuasorias de Irán frente a Israel, sino que también representa un componente esencial de su programa espacial. Irán ha sido incapaz de adquirir armamento avanzado de Occidente, por lo que su arsenal existente es vital para la defensa nacional.

Imágenes previas mostraron otros ataques israelíes a instalaciones militares cerca de Teherán, resultando en la destrucción de sitios utilizados en la fabricación de misiles balísticos, lo que sugiere que las capacidades de producción de Irán están enfrentando un serio obstáculo. Según el experto en misiles Fabian Hinz, aún no está claro si la producción ha cesado por completo o solo ha sido dañada temporariamente, pero el impacto es innegable.

El ejército israelí, aunque evitó profundizar en detalles, confirmó el ataque contra instalaciones de fabricación de misiles. Las imágenes de satélite de alto rendimiento de Planet Labs PBC, analizadas por la AP, muestran la devastación en el Centro Espacial Shahroud, a unos 370 kilómetros de la capital iraní, Teherán.

Las fotografías revelan la destrucción de uno de los edificios principales del centro, y la actividad sorprendente de vehículos alrededor de la base sugiere que funcionarios están evaluando los daños. Esta base, conocida por sus intentos de lanzar satélites al espacio, también alberga el Centro Espacial Imán Khomeini, utilizado para fines civiles. Sin embargo, los desarrollos militares de Irán continúan levantando sospechas a nivel internacional.

Irán no ha reconocido oficialmente los ataques en Shahroud, pero los daños visibles en múltiples edificios sugieren que la ofensiva israelí fue muy efectiva. Existen indicios claros de que este ataque está relacionado con el arsenal de misiles que Irán ha estado desarrollando, incluyendo los poderosos misiles Kheibar Shekan y Fattah 1, que recientemente han sido utilizados en hostilidades contra Israel.

El informe de inteligencia estadounidense para 2024 destaca que la producción de vehículos de lanzamiento de satélites por parte de Irán podría acelerar la capacidad para desarrollar misiles balísticos intercontinentales, un hecho alarmante debido a su potencial para transportar armas nucleares.

Después de la caída del acuerdo nuclear, Irán ha intensificado la producción de uranio, lo que ha llevado a especulaciones sobre la intención de alcanzar capacidades nucleares militares. Aunque Irán insiste en que sus actividades nucleares son de naturaleza civil, las agencias de inteligencia internacionales siguen sosteniendo que han existido programas militares en el pasado.

El ataque israelí a Shahroud puede ser un indicativo de la creciente tensión en la región, a medida que Irán intenta evaluar los daños a su programa armamentista mientras niega cualquier debilidad estratégica. Las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores iraní sugieren que, a pesar de los ataques, el régimen se siente confiado en su capacidad de recuperación, aunque se intensifican las presiones tanto internas como externas.

El futuro de la relación entre Irán y las potencias occidentales se complica aún más, mientras el régimen persa juega sus cartas en una búsqueda de seguridad y legitimidad frente a un escenario internacional cada vez más adverso. Las imágenes satelitales continúan revelando un panorama de inestabilidad, y el mundo observa atentamente el desarrollo de los acontecimientos.