La situación en Volkswagen en Alemania se ha vuelto alarmante, ya que la empresa ha revelado que planea despedir a 23.000 trabajadores de los 120.000 empleados actuales en su país natal. Este impresionante recorte de plantilla representa más del 19%, lo que genera preocupación no solo entre los trabajadores, sino también en toda la industria automotriz europea.

Los detalles de las fábricas que cerrarán han salido a la luz, y se confirma que las plantas de Dresde y Osnabrück serán las principales afectadas. Ambas instalaciones cuentan con aproximadamente 2.300 operarios cada una. Es notable que una de estas fábricas, Dresde, conocida como Gläserne Manufaktur (Fábrica de Cristal), ha sido emblemática para Volkswagen, habiendo inaugurado en 2001 como el centro de producción del lujoso Phaeton. A pesar de que en el último tiempo se encargaba de ensamblar el modelo eléctrico ID.3, la producción se detuvo el año pasado debido a las bajas cifras de ventas.

Osnabrück tiene una rica historia automotriz, haber sido durante años el corazón de Karmann antes de ser adquirida por Volkswagen en 2009. A lo largo de las décadas, ha producido vehículos icónicos como el Beetle y el Golf descapotables, entre otros.

Sin embargo, los tiempos han cambiado. Hasta ahora, Osnabrück estaba produciendo el T-Roc Cabrio y el Porsche 718 Cayman/Boxster, pero el primero se descontinuará en 2025, y el reemplazo del segundo se trasladará a la planta de Stuttgart-Zuffenhausen, lo que significa que este centro se quedará sin carga de trabajo.

La crisis actual de Volkswagen no solo se debe a su fallida transición hacia los coches eléctricos, sino también a la caída en su desempeño en el crucial mercado chino. En respuesta, la compañía ha establecido un ambicioso plan de ahorro que busca reducir 4.000 millones de euros en gastos, lo que incluye no solo despidos y cierres de plantas, sino también recortes salariales del 10%, la congelación de sueldos durante dos años y limitación de bonificaciones para los empleados de alta dirección.

Mientras el futuro de Volkswagen parece sombrío, muchos se preguntan: ¿es este el fin de una era para una de las automotrices más grandes del mundo? La industria automotriz está observando con atención cómo se desarrollarán los acontecimientos.