La reciente caída de la cabeza de la célebre escultura del Gran Poder, atribuida al destacado escultor Juan Martínez Montañés, ha conmocionado a la ciudad de Sevilla. Esta obra, que se encuentra en el emblemático palacio de San Telmo, es una representación icónica que muchos creían que había sido tallada en el siglo XIX por Antonio Susillo, sin embargo, en el siglo XX se verificó que el verdadero creador fue Juan de Mesa, según un contrato hallado entre la hermandad del Traspaso y el famoso artista.

La escultura del Gran Poder es no solo un símbolo religioso de gran devoción, sino también un importante referente artístico en la historia del barroco español. Esta pieza es parte de la 'Galería de Sevillanos Ilustres', cuyos trabajos fueron restaurados por última vez en 2009, lo que añade una dosis de ironía al incidente. La fachada que da a la calle Palos de la Frontera, donde se exhiben estas obras, ha sido testigo de este desafortunado acontecimiento, lo que plantea preguntas sobre la seguridad y el cuidado de nuestro patrimonio.

Los expertos están investigando las circunstancias que llevaron a la pérdida de la cabeza de la escultura. Este incidente podría desencadenar un debate sobre las técnicas de conservación y el manejo de obras de arte valiosas. ¿Cómo podremos proteger nuestro patrimonio cultural para evitar que sucesos como este se repitan? ¡Estén atentos para más actualizaciones!