El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia anunció este martes la detención del responsable del devastador ataque con bomba que el lunes acabó con la vida del teniente general Ígor Kirílov, quien desde 2017 lideraba la unidad de defensa radiológica, química y biológica del ejército ruso.

Kirílov, un destacado militar encargado de supervisar las tropas de defensa especializadas en situaciones de contaminación, fue asesinado en un acto que ha generado una ola de conmoción en el país. Según el FSB, el autor del ataque es un hombre nacido en 1995 en Uzbekistán, cuya identidad aún no se ha hecho pública. El detenido confesó haber sido reclutado por los servicios secretos de Ucrania.

El FSB informó que el individuo llegó a Moscú con la misión de llevar a cabo el atentado. Recibió un potente artefacto explosivo y lo ocultó en un patinete eléctrico estacionado frente al edificio donde residía Kirílov. Además, para facilitar el seguimiento del general, alquiló un vehículo compartido en el que instaló una cámara que transmitía en vivo a los organizadores del ataque, quienes se encontraban en la ciudad ucraniana de Dnipró. Tras observar a las víctimas salir del portal, el autor del atentado detonó el explosivo de forma remota, causando la muerte de Kirílov y de su asistente.

El FSB también reveló que se le prometieron 100.000 dólares y la posibilidad de obtener asilo en un país de la Unión Europea, en un intento por captar a este informante.

Asimismo, fuentes de seguridad ucranianas, citadas por las agencias de noticias Reuters y AFP, confirmaron que Kiev estaba detrás del ataque. De hecho, el servicio de seguridad ucraniano, SBU, había emitido un día antes una orden de detención contra Kirílov por supuestos crímenes de guerra contra las fuerzas de Kiev.

Este incidente marca un nuevo capítulo en el conflicto entre Rusia y Ucrania, aumentando las tensiones y las repercusiones en la seguridad regional. Los analistas advierten que tales acciones podrían llevar a una escalada de hostilidades entre los países, mientras que la comunidad internacional observa con preocupación la situación actual.