Desde su salida de la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump ha mantenido contactos secretos con el presidente ruso Vladimir Putin, realizando hasta siete conversaciones telefónicas, según el nuevo libro del periodista Bob Woodward titulado "War", que se publicará la próxima semana. Esta intrigante información llega en un momento crítico, a pocas semanas de unas elecciones que podrían determinar si Trump vuelve a asumir el cargo presidencial.

Uno de los episodios más destacados del libro narra una reunión en Mar-a-Lago, su residencia en Florida, en la que Trump ordenó a un asistente que abandonara su oficina para poder hablar con Putin sin interrupciones. El asistente, que no fue nombrado, insinuó que podría haber habido más conversaciones entre el exmandatario y el líder ruso desde que Trump dejó el cargo.

Además, Woodward revela que durante su mandato, en medio del inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020, Trump envió a Putin pruebas del virus para su uso personal, un gesto que fue instado a mantener en secreto por el propio Putin, quien temía repercusiones políticas en Estados Unidos.

Estas revelaciones no solo cuestionan la lealtad de Trump hacia los intereses estadounidenses, especialmente en el contexto de la invasión rusa a Ucrania, sino que también han reavivado debates sobre la influencia de Rusia en la política estadounidense. Los servicios de inteligencia de EE. UU. concluyeron previamente que Putin había intervenido en las elecciones de 2016 para ayudar a Trump a derrotar a Hillary Clinton, un hecho que Trump ha negado reiteradamente.

Mientras tanto, la campaña de Trump ha descalificado el libro de Woodward, llamando al periodista "sinvergüenza" y "aburrido" y desafiando la veracidad de sus afirmaciones. Sin embargo, es notable que su declaración no abordó directamente si Trump efectivamente ha tenido conversaciones con Putin desde que dejó la presidencia, algo que muchos ven como un área gris en la relación entre ambos líderes.

Por otro lado, el Kremlin también ha rechazado las afirmaciones de Woodward, catalogándolas como "historias falsas" en el marco de la política preelectoral. Sin embargo, la ausencia de pruebas y la falta de declaraciones explícitas sobre el contacto entre Trump y Putin generan aún más suspicacias entre analistas de seguridad nacional y expertos políticos.

Cabe recordar que Trump no ha escatimado en elogios hacia Putin, incluso después de la invasión de Ucrania en 2022, al calificarlo de "genio" y criticando la continua asistencia militar que Estados Unidos brinda a Ucrania. Además, ha afirmado que podría resolver el conflicto en Ucrania en 24 horas si vuelve a ser presidente, aunque no ha detallado cómo lo haría.

La vicepresidenta Kamala Harris ha criticado enfáticamente estos vínculos entre Trump y Putin, sugiriendo que si Trump estuviera en el poder, Rusia tendría una ventaja considerable. Por su parte, el director de Inteligencia Nacional, Avril D. Haines, evitó comentar sobre la frecuencia y contenido de los posibles contactos entre Trump y Putin.

En cuanto a los exmandatarios, es común que se relacionen con líderes extranjeros después de dejar el cargo, aunque estos encuentros suelen ser públicos y transparentes. Las comunicaciones privadas entre un ex presidente de EE.UU. y un adversario geopolítico como Putin son, sin embargo, algo sin precedentes.

Estas revelaciones alimentan aún más la controversia sobre el papel que juega Trump en la política actual y su relación con una figura tan polémica como Putin. ¿Qué otros secretos podrían salir a la luz en el futuro? ¡Quédense atentos!