DKV ha hecho oficial su renuncia a participar en la segunda licitación destinada a Muface, lo que marca la primera vez que la compañía no estará entre las aseguradoras que proporcionan servicios a las mutualidades nacionales. Esta decisión surge tras registrar pérdidas superiores a 70 millones de euros antes de impuestos en el último concierto. En un comunicado, la empresa ha señalado que “el modelo está infrafinanciado”, lo que pone en evidencia la crisis que atraviesan estas mutualidades.

Adeslas, otra de las grandes aseguradoras, ya había anunciado su decisión de no brindar atención sanitaria a los funcionarios de Muface, a pesar de un incremento del 33,5% en la prima. El gobierno ha destinado un total de 4.500 millones de euros en tres años para este sistema, una cifra que el Ministro de Función Pública, Óscar López, ha calificado de “esfuerzo sin precedentes”. "Estamos inyectando 1.000 millones de euros adicionales de los Presupuestos Generales del Estado para financiar el seguro privado de 1.5 millones de ciudadanos. Es dinero de todos”, agregó.

Sin embargo, de acuerdo con DKV, la nueva propuesta del gobierno no satisfait sus demandas, que incluían un aumento del 40% en un solo año, mientras que lo que se ha ofrecido se queda en un 33,5% acumulado para los próximos tres años. La aseguradora ha expuesto que el gasto de prestaciones médicas en el último concierto ha sobrepasado considerablemente la prima recibida, estimando que, si se presentaran para el periodo 2025-2027, las pérdidas contables que tendrían que asumir en 2024 oscilarían entre 70 y 100 millones de euros.

Fernando Campos, CEO de DKV, afirmó que “una empresa responsable y con buena reputación no puede continuar bajo estas condiciones, ya que esto afectaría la atención a los mutualistas y mantendría la insuficiente retribución a los profesionales sanitarios.”

Así las cosas, actualmente solo quedan tres aseguradoras que ofrecen asistencia sanitaria a aproximadamente un millón y medio de personas, entre funcionarios que eligen la sanidad privada y sus familias: Adeslas, Asisa y DKV. Con el retiro de Adeslas y DKV, ahora Asisa se encuentra bajo presión para tomar una decisión. En la primera licitación, habían descartado hacerlo de manera independiente, pero ahora están considerando esa opción.

A pesar del abandono de Muface, DKV mantiene su disposición para continuar prestando servicios en el ámbito internacional, para aquellos funcionarios que se encuentran en el exterior. La compañía subraya que esta situación es “diferente”, al haber sido DKV la única aseguradora en participar en la licitación anterior. Aunque la nueva licitación no satisface las demandas de la aseguradora, que pedía un aumento de la prima del 30,35% y una duración acotada a un año, DKV aún confía en llegar a un acuerdo que les permita extender sus servicios en 2025, siempre que se garantice una adecuada cobertura de costes.

Este escenario plantea serios interrogantes sobre el futuro de la atención sanitaria de los funcionarios en España, en un momento en que las aseguradoras parecen escapar de un modelo que, para muchos, resulta inviable. Las decisiones del gobierno y el futuro de Muface están más en la cuerda floja que nunca.