La noche del 15 de septiembre en Madrid se tornó una verdadera escena de película de acción cuando un delincuente con un asombroso historial de 60 antecedentes protagonizó una impresionante persecución que dejó a su paso un rastro de caos y destrucción.

Pasadas las 22:30 horas, el individuo, conocido como Juan, estaba al volante de un Seat Ibiza robado en Villa de Vallecas solo dos días antes. Desde la mañana de ese mismo día, ya había estado cometiendo varios delitos, pero nada lo preparó para el encuentro con la Policía Nacional.

La persecución comenzó en la calle del Afecto, donde una patrulla intentó detenerlo. A pesar de los esfuerzos de un agente que salió del vehículo para darle el alto, Juan aceleró y se lanzó a una maniobra que lo llevó a embestir varios coches estacionados.

Desatando una locura vehicular, el sospechoso tomó dirección contraria en la calle de la Conciliación, continuando su fuga a toda velocidad por la avenida de Orovilla. Cuando se encontró con los agentes que lo perseguían, chocó su vehículo contra otro auto, pero en lugar de rendirse, encontró la manera de seguir adelante. Al verse acorralado, decidió arremeter directamente contra un policía, quien tuvo que disparar al aire en un intento desesperado por proteger su vida.

A pesar de chocarse y quedando limitado en su espacio, Juan no mostró signos de rendición. Realizó un giro de 180 grados y continuó la huida, ignorando las luces y sirenas de varias patrullas que se sumaron a la persecución. Conducía como si nada importara, desafiando la ley y poniendo en peligro a todos a su alrededor.

El criminal se pasó semáforos en rojo y causó un caos inconmensurable antes de que la Policía decidiera utilizar tácticas más drásticas. En un cruce con la Gran Vía de Villaversa, Juan volvió a saltarse un semáforo y continuó su camino, chocando inclusive con un Mercedes en una rotonda. Los daños fueron devastadores: cinco coches particulares y diez patrullas resultaron severamente dañados, dejando a varios agentes y un ciudadano heridos.

Finalmente, el fugitivo se refugió en una calle sin salida, donde se vio obligado a detenerse. Sin embargo, su resistencia aún no había terminado. Al salir del vehículo, intentó escapar a pie, pero fue alcanzado y arrestado tras agredir a dos agentes. No sin lucha, dejó a su paso un saldo de heridos y una escena que, seguramente, quedará marcada en la memoria de todos.

Juan fue arrestado bajo múltiples cargos, incluidos tentativa de asesinato y atentado a la autoridad. El Grupo de Delitos Violentos de la Brigada de Policía Científica de Madrid se hizo cargo de la investigación, revelando que una noche que comenzó como otra más en la capital se convirtió en un espectáculo aterrador de irresponsabilidad y criminalidad.

¡Este caso sin duda genera preguntas! ¿Cómo puede un criminal con tantos antecedentes seguir en libertad? La comunidad clama por respuestas y, sin duda, las autoridades deberán tomar medidas más estrictas para evitar que estas situaciones se repitan.