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¡Impactante! La ONU niega la petición de Israel sobre los cascos azules en la frontera con Líbano

2024-10-04

En un giro inesperado de los acontecimientos, Naciones Unidas ha decidido mantener en sus posiciones avanzadas a los cascos azules que operan en la línea de separación entre Líbano e Israel. Esta decisión se produce en respuesta a la solicitud del Gobierno de Benjamín Netanyahu, que había exigido la evacuación de más de veinte puestos de observación de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (Unifil), en medio de crecientes tensiones con la milicia proiraní Hezbolá. Las Fuerzas de Defensa de Israel han manifestado que consideran estas áreas como un teatro de operaciones y han expresado su incapacidad para garantizar la seguridad de los cascos azules, según diversas fuentes de la ONU.

A pesar de las advertencias, la ONU ha decidido no ceder, aunque ha tomado medidas adicionales para disminuir el riesgo, incluida la reducción del personal en el terreno y el incremento de las medidas de seguridad. Cabe mencionar que uno de los episodios más trágicos de esta misión internacional ocurrió en 2015, cuando un cabo español, Francisco Javier Soria, perdió la vida en una de estas posiciones. Un portavoz de la ONU subrayó: "La seguridad de los cascos azules sigue siendo nuestra primera prioridad".

Sin embargo, la situación en la región es alarmante. Los altos funcionarios de la ONU han reconocido que la Unifil ya no puede cumplir su misión primordial de vigilar un alto el fuego entre Israel y Hezbolá, que se ha vuelto nulo tras el aumento de las hostilidades. La ausencia de las Fuerzas Armadas de Líbano en la zona ha agravado la situación, pero la ONU sostiene que su presencia en la región es esencial para proteger a la población civil y facilitar la distribución de ayuda humanitaria. Actualmente, la Unifil es el único canal de comunicación disponible entre ambas partes en conflicto.

El eventual retiro de los cascos azules podría dejar a la comunidad internacional sin una fuente confiable de información sobre las dinámicas en el terreno, lo que podría llevar a un aumento de la violencia. Fuentes militares han insinuado que la ausencia de testigos puede resultar incómoda para las fuerzas invasoras, en este caso, Israel. "Una vez abandonadas esas posiciones, sería extremadamente difícil recuperar un punto de observación en una de las fronteras más calientes del planeta", advirtieron.

La estrategia israelí parece clara: eliminar la infraestructura militar de Hezbolá cerca de su frontera norte, aunque también hay razones ocultas. Se ha señalado que el Gobierno de Netanyahu tiene la intención de establecer una zona de amortiguamiento al sur del río Litani, justo en el área donde operan los efectivos de la ONU.

Apoyo decidido de España

En este contexto, España ha tomado una posición firme en apoyo de la ONU. Actualmente, un general español, Aroldo Lázaro, dirige a más de 10,000 militares y 800 civiles de 50 naciones que conforman la misión de Unifil. La brigada multinacional este, liderada por el general de brigada español Guillermo García del Barrio, incluye a 670 soldados españoles, en gran parte provenientes de la brigada Aragón.

No obstante, parte de los puestos que Israel ha solicitado evacuación están bajo mando español, mientras que otros se encuentran en la zona italiana de la Línea Azul, que sirve de frontera en ausencia de un acuerdo sobre estos límites territoriales.

El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha indicado recientemente en el Congreso que mantiene un contacto permanente con Jean-Pierre Lacroix, responsable de las operaciones de paz de la ONU, y ha reiterado que la labor de los cascos azules es "indispensable". Resaltó que su presencia es "clave para la seguridad y estabilidad de la región", aunque enfatizó que la responsabilidad de alcanzar un alto el fuego inmediato recae sobre los involucrados en el conflicto.