La jueza Lidia Prado Zurdo, encargada de investigar a la ex alcaldesa de Arroyomolinos, Ana Millán, ha afirmado tener 'indicios sólidos y suficientemente justificados' de corrupción, lo que podría llevar a una investigación más profunda por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJ). Esta revelación ha generado gran expectación en el escenario político madrileño, especialmente dentro del Partido Popular (PP), donde Millán ocupa un alto cargo.

La magistrada ya se inhibió en favor del TSJ después de que la Fiscalía solicitara una revisión más rigurosa de las pruebas presentadas contra la ex alcaldesa. Estas pruebas incluyen documentos y testimonios que sugieren tráfico de influencias y otros delitos graves como cohecho, prevaricación y fraude en la administración. El caso que comenzó en 2022 parece arrojar más sombras sobre la gestión de Millán cuando estaba al frente de la concejalía de Juventud, periodo en el que su relación con el empresario Francisco Roselló ha sido objeto de escrutinio.

Millán dejó la alcaldía en junio de 2023 cuando fue nombrada vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, pero su pasado está volviendo para atormentarla. Se investiga si durante su mandato como concejala, favoreció a empresas vinculadas a Roselló, quien recibió más de 660.000 euros en contratos de la concejalía que ella dirigía. Además, se han encontrado pagos sospechosos, como 44.462,67 euros recibidos de la empresa Neverland, también de Roselló.

La juez revela que algunos pagos a Millán estaban relacionados con el alquiler de un ático en Arroyomolinos, lo que hace que la trama se complique aún más. Se menciona que su hermana, Beatriz Millán, también recibió sumas significativas de empresas asociadas a Roselló, lo que ha levantado más preguntas sobre la transparencia de sus relaciones financieras.

Este escándalo podría resultar en consecuencias devastadoras tanto para Millán como para su partido, el PP. Mientras la situación se desarrolla, las implicaciones políticas son significativas; se espera que el TSJ tome medidas pronto y las denuncias continúen apareciendo. Madrid está al borde de una tormenta política, y todos se preguntan: ¿Qué pasará con la mano derecha de Ayuso?