Con la llegada de noviembre y un fin de semana que ha traído un notable descenso de temperaturas, Extremadura se prepara para la temporada de frío. A pesar del aumento en la incidencia de virus respiratorios, la comunidad destaca por presentar una de las menores tasas de gripe y COVID-19 en todo el país.

Según los datos recientes del Sistema de Vigilancia de Infecciones Agudas Respiratorias (Sivira) del Instituto de Salud Carlos III, Extremadura ha registrado 292,8 casos de estas infecciones por cada 100,000 habitantes, lo que significa un incremento de 53 casos respecto a la semana anterior. A pesar de este aumento, Extremadura se encuentra entre las cuatro comunidades con menor incidencia hasta el momento, superada solo por Baleares, Andalucía y Galicia.

En contraste, la media nacional se sitúa en 476 casos por cada 100,000 personas, y hay autonomías como Aragón que han reportado cifras alarmantes con 829 casos. Esto ha llevado a los expertos a cuestionar la razón detrás de tales discrepancias; Josué Antonio López, profesor de Microbiología, sugiere que estas variaciones pueden deberse más a irregularidades administrativas que a diferencias epidemiológicas reales.

Sorprendentemente, aunque Extremadura tiene una tasa de incidencia inferior al promedio nacional en Atención Primaria, el número de hospitalizaciones por infecciones respiratorias es más elevado, alcanzando 14 casos por cada 100,000 habitantes, en comparación con los 11,1 del promedio nacional. Esta situación podría estar relacionada con la aparición de nuevos brotes locales que desestabilizan la tendencia.

El COVID-19 parece ser el virus que más preocupa en esta última semana, especialmente en los hospitales. Según el Sivira, las tasas de positividad son alarmantes: 2.1% para gripe, 12.5% para SARS-CoV-2 y 4.2% para el virus respiratorio sincitial (VRS).

Una nueva variante del COVID-19, originada de dos subvariantes del linaje ómicron, también podría ser responsable del repunte de casos. López explica que cuando dos subvariantes infectan a una persona simultáneamente, pueden recombinarse para dar lugar a una nueva variante, la cual está estancándose en Alemania pero ya se ha comenzado a propagar.

Aunque esta nueva variante presenta síntomas similares (tos, dolor de cabeza y muscular), se ha observado que la pérdida del olfato o anosmia es menos frecuente que durante los momentos más agudos de la pandemia. Los síntomas, en general, tienden a resolverse en una o dos semanas, aunque hay excepciones donde los problemas pueden extenderse.

Así, Extremadura se enfrenta a una temporada de frío que promete sorpresas, y con ello, la necesidad de mantenerse alerta ante la evolución de los virus respiratorios. ¿Cómo afectará esto a la comunidad en los próximos meses? La atención médica y la vigilancia siguen siendo esenciales.