‘La forza del destino’, de G. Verdi, fue presentada reciéntemente en el Gran Teatre del Liceu con funciones los días 9 y 10 de noviembre de 2024. Esta producción ha generado gran expectativa, combinando la calidad de una orquesta y coro del Liceu con la dirección musical de Nicola Luisotti, quien ha dejado su sello personal en el foso de la orquesta.

La ópera, conocida por su complejidad y diversidad musical, presenta un libreto considerado folletinesco y lleno de giros dramáticos. Uno de los momentos más recordados de la producción es la famosa maldición del padre que, toda vez que se repite a lo largo del espectáculo, se convierte en el leitmotiv que guía la narrativa. Sin embargo, el brillo de la música de Verdi a menudo se ve opacado por el contenido inconsistente de la historia, particularmente en escenas como la del Rataplán, que ha generado opiniones divididas entre los críticos.

Luisotti ha destacado por sus dinámicas y tempos variables, aportando una profundidad verdiana a la obra. La obertura fue particularmente lograda, siendo un reflejo de la dramática tensión que caracteriza esta obra. La orquesta respondió con un sonido sólido, y los solistas brillaron, destacando el clarinete melódico de Darío Mariño y el virtuosismo del concertino Gjorgi Dimchevski, quien iluminó la pieza con su fraseo en el violín.

En cuanto a los intérpretes, Anna Pirozzi, como Leonora, ofreció una actuación poderosa, aunque con ciertos altibajos en su registro agudo. Brian Jadge, en el rol de Don Álvaro, deslumbró con su timbre brillante y entrega apasionada. Artur Ruciński, como el barítono secundario, mostró una presencia escénica y vocalidad robusta que elevó la producción.

El Padre Guardiano, interpretado por John Relyea, fue la personificación de gravedad y solemnidad, mientras que Pietro Spagnoli aportó un toque cómico en su rol como Fra Melitón. Otros talentos incluyeron a Caterina Piva como la mezzo Preziosilla y a la prometedora Saioa Hernández, quien se destacó como Leonora en un reparto alternativo.

Una mención especial merece la interpretación del barítono gallego Luis Cansino como Fra Melitone, quien combinó potencia y comicidad con gran eficacia. Alejandro López, debutando en el Liceu como el Padre Guardiano, también captó la atención con su timbre oscuro.

En resumen, ‘La forza del destino’ es un claro ejemplo del talento que reúne el Liceu y ha emocionado tanto a la crítica como al público, desatando la interrogante: ¿podrá esta producción trascender más allá de su irregularidad narrativa para convertirse en un clásico del repertorio operístico actual?