Después de una fiesta llena de secretos y tensiones, Seyran no pudo contener más su rabia y decidió confrontar a su hermana Suna. "¿Pasó algo entre tú y Ferit?", fue la pregunta que desencadenó una serie de emociones encontradas. Suna, visiblemente avergonzada, solo pudo susurrar: "Te lo contó". Ese momento fue un verdadero catalizador emocional, ya que las dos hermanas se desbordaron en lágrimas, cada una lidiando con sus propias traiciones y culpa.

Seyran se sintió traicionada al enterarse de la relación entre Suna y Ferit, mientras que Suna, presa del arrepentimiento, intentaba justificarse. "¿Pensaste que no me lo contaría?", gritó Seyran, expresando su furia con la certeza de que su hermana había elegido el camino del secretismo.

A pesar de la tensión, Suna defendió a Ferit, alegando que había sido ella quien tomó la iniciativa con el beso inesperado. La atmósfera se tornó aún más tensa cuando Seyran cuestionó la verdadera razón detrás de ese beso. La discusión se interrumpió abruptamente cuando Kazim, su padre, intervenía de manera brutal después de escuchar algunos fragmentos de la pelea.

Sin pronunciar palabra, Kazim atacó a Seyran, asfixiándola y dejándola caer al suelo. El horror se extendió cuando se volvió hacia Suna, arrastrándola hacia el salón, donde la agredió físicamente en una escena desgarradora llena de gritos y llantos.

La escena fue devastadora, capturando la esencia del sufrimiento que atraviesan estas jóvenes, víctimas de la ira descontrolada de su padre. Se cuestiona si podrán escapar de este ciclo de violencia y dolor. El futuro de la familia es incierto. ¿Qué decisiones tomarán? ¿Podrán reconciliarse con su pasado y encontrar una solución a su dolor? La situación ha dejado a todos con la sensación de que una tormenta aún más grande está por venir.