La tragedia causada por la DANA en Valencia ha dejado más de 200 fallecidos y varias decenas de personas desaparecidas, una situación devastadora que ha marcado a la región. Las imágenes impactantes de vehículos sumergidos en agua, cubiertos de lodo y completamente destrozados han sido un testimonio visual de la calamidad. Se estima que más de 100.000 vehículos se han visto afectados, de los cuales más del 90% serán declarados como pérdida total.

El panorama es sombrío también para los propietarios de estos vehículos, quienes, pese a contar con seguros de todo riesgo, es probable que no reciban una indemnización suficiente que les permita adquirir un coche nuevo. Esto afecta a al menos 1 de cada 4 propietarios de vehículos en las zonas afectadas y a 3 de cada 10 coches matriculados en la provincia.

El presidente Pedro Sánchez ha anunciado un paquete de ayudas económicas que alcanzaría los 10.000 millones de euros para mitigar el impacto de esta tragedia, incluyendo una ayuda adicional del 20% para quienes hayan perdido su vehículo. Sin embargo, esta medida beneficiará principalmente a quienes tienen seguros a todo riesgo, que representan solo el 40% de los conductores en España, lo que significa que alrededor de 60.000 propietarios afectados no podrán acceder a este apoyo.

A pesar de esto, el Consorcio de Compensación de Seguros ha garantizado que cubrirán las pérdidas de todos los vehículos afectados que cuenten con algún tipo de póliza, independientemente de su cobertura. Pero aquí está la parte crítica: las indemnizaciones se basan en el valor venal del coche, un precio notablemente más bajo que el que se podría obtener en el mercado.

El valor venal es el precio que tiene un vehículo usado justo antes de un siniestro o antes de ser vendido para un segundo uso, por lo que en muchas ocasiones este valor puede ser mucho menor que el valor real en el mercado. Por ejemplo, un coche con más de 10 años podría tener un valor de mercado de aproximadamente 8.000 euros, pero su valor venal podría ser solo de 2.000 euros, que es lo que se le pagará a los propietarios afectados por el Consorcio, junto con el 20% del gobierno, sumando un total de 2.400 euros.

Esto significa que los afectados tendrán que hacer un esfuerzo considerable para poder comprar un coche de segunda mano, ya que el promedio que esperan recibir del gobierno es unos 1.000 euros extra, llevando la indemnización total a alrededor de 5.000 euros. Sin embargo, ¿será esto suficiente para cubrir la pérdida? ¿Qué pasará con los que no están asegurados?

La situación sigue siendo crítica, y muchos se preguntan cómo podrán reconstruir sus vidas después de esta catástrofe. Las autoridades están trabajando para brindar más apoyo a las víctimas, pero el camino hacia la recuperación es largo y complicado.