Evo Morales, el polémico expresidente de Bolivia, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras las acusaciones de presuntos vínculos con una menor de edad cuando era mandatario. Recientemente, se reveló que existe un mandato de aprehensión en su contra por los delitos de estupro y trata de personas. Sin embargo, esta orden fue suspendida después de que su equipo legal interpusiera una acción de libertad que fue concedida.

La exfiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, fue la responsable de emitir dicho mandato. Gutiérrez ha denunciado que fue destituida de su cargo por el fiscal general, Juan Lanchipa, tras realizar esta acción judicial contra Morales, aunque evitó dar mayores detalles sobre el caso.

Según documentos a los que tuvo acceso Infobae, la orden de captura revela la existencia de una partida de nacimiento emitida el 31 de mayo de 2018 en Yacuiba, Tarija. En este registro, se señala a Cindy S.V.P. como la madre, quien tenía solo 18 años en ese momento, y a Evo Morales como el padre. Alarmantemente, la fecha de nacimiento de la menor es el 8 de febrero de 2016, lo que implica que Cindy era apenas una adolescente de 16 años durante el nacimiento, y que la relación con Morales ocurrió cuando ella tenía apenas 15 años. Así, la pequeña, fruto de esta controversia, tendría actualmente ocho años.

Un informe de inteligencia enviado a la Fiscalía el 26 de septiembre destaca las circunstancias en las que se habría dado lugar la concepción. Entre 2014 y 2015, Evo Morales creó la llamada “Guardia Juvenil”, compuesta por jóvenes de entre 14 y 15 años. Los padres de Cindy supuestamente inscribieron a su hija en esta organización para obtener beneficios políticos y económicos, lo que evidencia una escalofriante dinámica de explotación. El documento señala que la menor fue "prácticamente forzada" a mantener relaciones sexuales con el exmandatario.

Los padres de la menor, identificados como Idelsa P. y Emetrio V., también están bajo la lupa, ya que se asegura que obtuvieron cargos públicos en retribución a esta situación. La gravedad de la acusación lleva a la Fiscalía de Tarija a abrir una causa formal contra Morales, y las penas se agravan si la víctima de esta trama llegara a resultar embarazada.

El riesgo en esta investigación es doble. Por un lado, se teme que Evo Morales, dado su pasado presidencial, pueda manipular la evidencia o influir en el proceso judicial. Por otro, se destaca que no cuenta con un domicilio fijo, lo que podría facilitar su fuga del país.

Las autoridades argumentan que Morales representa un "peligro efectivo para la sociedad", lo que justifica su aprehensión. Sin embargo, la orden quedó sin efecto debido a la reciente acción de libertad interpuesta por su defensa.

Evo Morales, en su cuenta de X, reaccionó diciendo: “No me extraña ni me preocupa. Todos los gobiernos neoliberales, incluido el actual, me han amenazado y perseguido. No tengo miedo. No me callarán.” Su equipo legal alega que esto es parte de una persecución política del Gobierno de Luis Arce, en el marco de una lucha interna por el liderazgo y la candidatura a las elecciones de 2025.

Este no es el primer escándalo que rodea a Evo Morales en relación con menores. En el pasado, fue vinculado con Gabriela Zapata, quien supuestamente tuvo un hijo con él cuando ella era mayor de edad, pero este caso también generó controversias debido a su gestión y vínculos con una empresa china que firmaba millonarios contratos con el Estado durante su mandato. ¿Hasta dónde llegará esta tormenta política?