Desde el 7 de octubre del año pasado, España ha detenido no solo las ventas de armamento, sino que también ha congelado las compras de armamento a Israel. Esta decisión se toma en medio de un contexto de violencia extrema en Gaza, que ha dejado un saldo devastador de 42,000 muertos tras el ataque de Hamás que causó la muerte a 1,200 israelíes.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado esta suspensión en respuesta a una solicitud del ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, quien pidió la cancelación inmediata de todos los contratos activos para adquirir armamento israelí. Robles ha afirmado que todos los contratos de adquisición de armamento israelí están actualmente en suspenso y que solo se ha permitido el arreglo de piezas, especialmente aeronáuticas, que se han enviado temporalmente a Israel y han sido devueltas tras su reparación.

Esta suspensión de compras de material militar a Israel marca un paso más en un embargo de armas que España no ha formalizado, aunque lo está aplicando de facto. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ya había mencionado anteriormente que no se han autorizado nuevas exportaciones de armamento a Israel desde octubre del año pasado, aunque se admitió que podrían haberse continuado entregas que habían sido aprobadas con anterioridad.

Es importante subrayar que las compras de armamento a Israel han aumentado en los últimos años, convirtiéndose en una fuente clave para las Fuerzas Armadas españolas. Un estudio del Centro Delàs de Estudios por la Paz revela que el Ministerio de Defensa ha aprobado programas valorados en 1,027 millones de euros desde el inicio de la última crisis en octubre. Entre estos programas destacan el Sistema de Lanzacohetes de Alta Movilidad (SILAM), valorado en 576.4 millones, y el suministro de misiles contracarro Spike por 237.5 millones.

Aunque hasta ahora no se había hecho pública la paralización de estas adquisiciones por parte del Gobierno, Bustinduy ha enfatizado la urgencia de cancelar contratos activos con empresas israelíes de defensa, que podrían estar potencialmente vinculados a las operaciones en Gaza y otros territorios ocupados. El Gobierno de coalición ha sido presionado por Sumar para que adopte medidas más firmes después de las alarmantes violaciones de derechos humanos denunciadas por diversas organizaciones internacionales.

Además, Bustinduy ha apuntado que esta decisión no solo es una respuesta a la situación actual, sino que también está alineada con las exigencias del presidente Pedro Sánchez, quien ha instado a la comunidad internacional a cesar el suministro de armamento a Israel. Este enfoque podría ayudar a España a cumplir con sus compromisos según el derecho internacional, así como asegurar que su postura sea coherente con las demandas globales para abordar la crisis humanitaria en curso.

La presión sobre el Gobierno español para que endurezca su política respecto a Israel y tome una postura más activa en la defensa de los derechos humanos ha crecido en el último año, y este puede ser solo el comienzo de medidas más contundentes.