El Ministerio de Comercio de China ha desatado una ola de reacciones con su reciente anuncio de imponer aranceles provisionales sobre el brandy importado desde la Unión Europea. Esta decisión viene como respuesta a la controversia generada por los nuevos aranceles europeos a los vehículos eléctricos fabricados en China.

Los analistas han señalado que esta acción está claramente dirigida a Francia, el mayor exportador de brandy y uno de los países que votó a favor de gravar los coches eléctricos chinos. La confrontación entre las potencias comerciales podría intensificarse aún más, ya que China también está investigando la posibilidad de imponer aranceles adicionales a otros productos europeos, como la carne de cerdo y los lácteos.

La investigación realizada por las autoridades chinas ha revelado indicios de dumping en la venta de brandy de la UE, lo que, según el Ministerio, podría causar un “daño sustancial” a la industria local. Aunque ya se habían encontrado pruebas de prácticas de dumping en agosto, se decidió no imponer aranceles en ese momento, abriendo ahora la puerta a la acción inmediata. Pekín ha prometido que tomará decisiones “objetivas y justas” una vez concluya la investigación, cuyo resultado se espera para enero del próximo año.

En cuanto a la severidad de las nuevas tasas, estas oscilarán entre el 34.8% y el 39%, dependiendo de la marca. Marcas reconocidas como Hennessy (LVMH) se verán especialmente afectadas, al igual que algunas firmas españolas como Bodegas Osborne y Miguel Torres.

El mercado ha reaccionado con caídas en las acciones de empresas como Rémy Cointreau y Pernod Ricard, que vieron descensos de hasta el 5% tras el anuncio. La unión de productores de cognac de la región francesa, BNIC, ha hecho un llamado al diálogo para evitar la implementación de estos aranceles, considerándolos una represalia por las medidas tomadas por Europa.

En el lado europeo, la votación del pasado viernes para imponer tarifas de hasta el 35% sobre coches eléctricos de China ha suscitado críticas y divisiones, con la abstención de España y un voto en contra de Alemania. Sin embargo, fue Francia la que, al votar a favor, despertó la furia de Pekín.

La guerra comercial entre China y Europa está apenas comenzando, y estos recientes enfrentamientos comerciales están afectando notablemente las relaciones entre ambos bloques. Con Francia representando un 99% de las importaciones de brandy de China en el año anterior, el impacto de los aranceles se sentirá en ambas economías. ¡Estemos atentos, ya que esta disputa podría desencadenar aún más represalias en el futuro!