El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, una fecha crucial que busca concienciar sobre la importancia de la salud cardiovascular. Este año, una noticia sorprendente ha hecho temblar las estadísticas: ¡por primera vez en la historia de España, las enfermedades cardiovasculares no son la principal causa de muerte! En 2023, se vieron superadas por los tumores, un cambio que podría marcar una nueva era en la salud pública.

Según el profesor José Ramón de Berrazueta, destacado académico en Cardiología de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), el número de muertes por enfermedades cardiovasculares ha retrocedido debido a varios factores, aunque advierte que los efectos de la pandemia de COVID-19 provocaron un incremento en estos fallecimientos en años anteriores.

Los datos son impactantes: de las 433.163 muertes registradas en 2023, 115.013 fueron atribuibles a tumores (representando el 26,6% del total), mientras que las enfermedades del sistema circulatorio causaron 114.685 muertes (26,5%). Este descenso del 5,3% en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en comparación con el año anterior es un indicativo claro de un cambio positivo. Sin embargo, no todas las comunidades autónomas mostraron esta tendencia; Aragónes experimentó un alarmante aumento del 22%, mientras que Cantabria lideró con la mayor reducción del 12,3%.

¿Qué enfermedades cardiovasculares son las más mortales en 2023? La cardiopatía isquémica, que incluye infartos y sus consecuencias, sigue siendo la más letal, con 27.203 muertes. Le sigue la enfermedad cerebrovascular (ictus), responsable de 23.173 fallecimientos. Además, la insuficiencia cardíaca, con sus diversas causas, provocó 19.107 defunciones, y las complicaciones de la hipertensión arterial fueron la causa de 14.459 muertes.

A pesar de la baja en cifras totales, el riesgo cardiovascular persiste, especialmente para aquellos que padecen de hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad o que son fumadores. Por este motivo, la prevención se convierte en la clave para reducir la mortalidad cardiovascular.

En este Día Mundial del Corazón, se enfatiza la necesidad de educar al público sobre la importancia de adoptar un estilo de vida saludable. El profesor de Berrazueta recalca que muchos factores de riesgo son modificables. «Es fundamental controlar el sobrepeso, la obesidad, la hipertensión, el tabaquismo y la diabetes para prevenir este tipo de enfermedades», afirma el experto.

Además, se han realizado estudios que sugieren que la incorporación de hábitos de vida saludables como una dieta equilibrada y ejercicio regular podrían reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En este contexto, ¡la educación y la prevención se convierten en nuestras mejores armas para salvar vidas!