Ignacio Galán, quien lidera Iberdrola, ha admitido abiertamente que el avance de la tecnología eólica flotante en España enfrenta obstáculos significativos, particularmente debido a sus altos costos. Galán ha indicado que esta forma de energía es 'tres o cuatro veces más cara' que las tecnologías eólicas convencionales, lo que la convierte en una opción poco competitiva en el mercado energético actual.

A pesar de que Iberdrola se encuentra inmersa en proyectos de eólica flotante en países como Escocia, el presidente enfatiza en un evento reciente en la inauguración de un parque eólico marino en Saint-Brieuc, Francia, que la tecnología aún no está lista para una implementación masiva en territorios con profundas extensiones marinas, como ocurre en España.

"La tecnología flotante es, por el momento, complicada desde el punto de vista competitivo. Aunque estamos trabajando en ello, el desarrollo es significativamente más costoso que otras alternativas disponibles", comentó Galán. Resaltó que en España, las características del fondo marino intensifican la dificultad: "Las profundidades del mar pueden llegar hasta 1.000 metros, lo que obliga a utilizar tecnología flotante. Hoy en día, eso implica costos mucho más elevados y la tecnología no está suficientemente desarrollada para ser competitiva a corto plazo", añadió.

ONG y Activismo

Un aspecto que no se puede ignorar es la creciente presión de organizaciones no gubernamentales y grupos de activismo ambiental, quienes destacan la necesidad de acelerar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. La falta de avance en las subastas de eólica marina en España también ha sido un punto de controversia. Galán ha señalado que el Gobierno está demorado en el lanzamiento de estas subastas, que son fundamentales para determinar los derechos de explotación del suelo marino. Sin embargo, también advierte que la participación de Iberdrola en dichas subastas dependerá de los costos asociados con el desarrollo de los proyectos, dada la falta de competitividad de la tecnología flotante.

"Las subastas se centrarán en derechos de suelo marino, pero si la tecnología flotante no resulta competitiva, entonces la inversión en España dependerá de cómo evolucionen los costos", explicó. Pese a estos desafíos, Iberdrola persiste en su compromiso global con las energías renovables, donde la energía eólica marina desempeña un papel clave en mercados como el de Estados Unidos y el Reino Unido.

Metas Ambiciosas

Con miras hacia el futuro, los objetivos establecidos en la Hoja de Ruta de la Eólica Marina y las Energías del Mar, así como en la reciente actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030, prevén alcanzar hasta 3 GW de energía eólica marina y hasta 60 MW de otras fuentes renovables marinas antes de 2030.

Para lograr esos objetivos, el Ministerio para la Transición Ecológica ha aprobado los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo. Esta herramienta de zonificación define los usos permitidos en el mar, incluida la producción energética. Estos planes incluyen la creación de 19 Zonas de Alto Potencial (ZAP) para la instalación de aerogeneradores marinos, ocupando una vasta superficie de 5.000 kilómetros cuadrados, lo que representa el 0,46% de las aguas territoriales de España.

Sin embargo, la pregunta sigue en pie: ¿Logrará España superar estas barreras y liderar la revolución de la energía renovable en el mar? ¡La respuesta podría cambiar el futuro del país y del planeta!