Finanzas

¡Histórico! Las primas de riesgo de España y Francia empatan por primera vez desde 2008

2024-09-24

La reciente inestabilidad política y los serios desequilibrios en las finanzas públicas de Francia están encendiendo las alarmas entre los inversores. A tan solo dos meses de la derrota de Marine Le Pen en las elecciones legislativas, la incertidumbre política ha vuelto a ocupar el centro de atención, provocando una creciente inquietud en los mercados. El ministro de Economía, Antoine Armand, no se ha cortado al reconocer que el déficit actual es uno de los más altos en la historia del país, afirmando en una entrevista: “La situación es muy grave.”

La preocupación por un posible estancamiento político que impida a Francia implementar las reformas necesarias está agobiando a los inversores. Esto se refleja en el mercado de deuda pública, donde la rentabilidad del bono francés a 10 años se ha igualado casi a la de España: los títulos galos con vencimiento en 2034 rondan el 2,94%, mientras que el bono español se sitúa en el 2,96%. Esta situación no se veía desde 2008. Actualmente, el diferencial entre la deuda española y alemana está por debajo de los 80 puntos básicos, mientras que la prima de riesgo de Francia ha aumentado de 72 puntos básicos a 78 en poco tiempo. Natalia Aguirre de Renta 4 menciona que, a pesar de que el diferencial entre la deuda alemana y francesa se redujo a 65 puntos básicos tras las elecciones, no se ha logrado volver a los 45 puntos anteriores a la consulta europea.

Además, la deuda y la rentabilidad de ambos países mantienen una correlación constante, pero el plazo de cinco años muestra que Francia paga más. El bono con vencimiento en 2039 de Francia se comercializa al 2,45% frente al 2,41% del español. David Ardura de Finaccess Value remarca que, con una economía francesa que apenas crecerá entre el 0,8% y el 1%, es difícil reducir los desequilibrios financieros. Mientras tanto, España ha gozado de un crecimiento por encima de la media europea, a pesar de que sus presupuestos siguen siendo un desafío crítico para el Gobierno de Pedro Sánchez.

Los analistas prevén que el déficit francés, que cerrará 2023 en un 5,5%, aumentará al 5,6% en 2024, lejos del 3% exigido por los tratados europeos. La ratio de deuda sobre el PIB se situará en un alarmante 111% y, con una economía estancada, controlar el gasto es vital. En este contexto, los inversores están acelerando la venta de activos franceses, evidenciando una falta de confianza en la capacidad del nuevo gobierno para estabilizar la situación. Las dudas sobre la deuda francesa comenzaron la semana pasada, y firmas como Citi y Barclays han advertido sobre los riesgos políticos que enfrenta el país. François Rimeu, estratega senior de Crédit Mutuel Asset Management, menciona que los mercados están pendientes de la capacidad del nuevo gobierno para mantenerse en pie, advirtiendo de que podría estar al borde de una nueva crisis.

La situación es aún más crítica debido a la frágil composición política en la Asamblea, dominada por la izquierda y la extrema derecha. El economista François Villeroy, gobernador del Banco de Francia, considera que un proceso de consolidación fiscal demasiado rápido no es sensato y que lo ideal sería negociar un ajuste con la UE para los próximos cinco años. Mientras los costes de endeudamiento siguen en aumento, la Bolsa francesa lucha por mantenerse en positivo. En contraste, el Cac francés ha logrado un incremento del 0,8%, muy lejos del 15,5% que ha cosechado el Ibex 35 en España. Los analistas de Citi advierten que la prima de riesgo de Francia podría alcanzar los 100 puntos básicos si la situación no se estabiliza pronto.

Al mismo tiempo, el caos político en Francia no parece ceder. El Nuevo Frente Popular, la mayor coalición de la izquierda, ha amenazado con derrocar al gobierno, y esto se suma a las advertencias del partido de extrema derecha, que ha declarado que el nuevo gobierno “no tiene futuro”. Gareth Hill de Royal London AM señala que la economía francesa enfrenta vientos en contra importantes y que, a pesar de contar con un primer ministro, el gobierno no está en una posición fuerte para implementar las reformas necesarias. En este clima de incertidumbre, la pregunta que muchos se hacen es: ¿podrá Francia evitar una crisis aún más profunda?