Una Historia de Resiliencia y Esperanza

Inaugurado en 1975 y en pausa desde 1989, el poblado Hifrensa, diseñado para albergar a los trabajadores de la central nuclear Vandellós II, está resurgiendo con un nuevo propósito: convertirse en un atractivo turístico icónico. Este lugar, declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), se transforma con una impresionante inversión de 1.319.143 euros del programa Next Generation.

Proyectos que Van Más Allá

Las obras han comenzado con un 30% de avance y se espera que finalicen en 2026. La rehabilitación del antiguo colegio, la Escola Àster, se centra en preservar su esencia. Los trabajadores están restaurando las icónicas cúpulas piramidales que adornan las aulas, mediante un proceso meticuloso que incluye la retirada de capas de pintura que habían ocultado las bellas baldosas originales.

Regreso a lo Original

Las nuevas baldosas, específicamente fabricadas, están diseñadas para replicar las de hace cinco décadas. Además, se está creando un entorno educativo dentro de los patios, incorporando jardines didácticos y recreando las aulas originales para el Petit Museu Escola Àster Antonio Bonet.

Descubriendo Sorpresas del Pasado

Esta renovación no solo es una cuestión estética; es una oportunidad para obtener valiosa información histórica y encontrar 'sorpresas' ocultas. Lo fascinante es que muchos avances que hoy consideramos modernos, como la ventilación natural, ya fueron implementados en el diseño de Bonet Castellana.

Preparados para el Futuro

El pabellón deportivo, destinado a eventos para 700 personas, también está siendo renovado. Se están realizando mejoras esenciales en materia de seguridad y evacuación, garantizando que Hifrensa esté listo para recibir a un mayor número de visitantes. Con cada paso que se da en esta obra, el antiguo poblado nuclear no solo revive, sino que también se reinventa, prometiendo ser un lugar de interés turístico vibrante y lleno de historia.