Los candidatos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, se encuentran en un empate técnico en las encuestas justo a un día de los cruciales comicios del 5 de noviembre de 2024. Con una claro enfoque en siete estados vitales, tanto Harris como Trump lanzan sus últimos esfuerzos para captar a los votantes indecisos.

Según el último informe del agregador de encuestas FiveThirtyEight, Harris lidera ligeramente el voto popular con un 48% frente al 46,9% de Trump, lo que representa una ventaja de 1,1 puntos para la demócrata. Sin embargo, este contexto se complica, dado que en Estados Unidos el ganador de la presidencia es determinado por el Colegio Electoral, compuesto por 538 delegados. Este sistema significa que es posible que un candidato gane el voto popular pero pierda la presidencia, algo que ya ha sucedido en elecciones anteriores.

Los siete estados clave—Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada y Arizona—son el foco de atención, ya que podrían inclinar la balanza hacia cualquiera de los candidatos. En particular, Pensilvania es considerado el más crucial, con 19 votos electorales en juego y donde Harris ha decidido centrar su campaña.

Este lunes, la vicepresidenta demócrata recorrió varias ciudades de Pensilvania, incluyendo Scranton y Pittsburgh, donde recibió el respaldo de varias celebridades, entre ellas Lady Gaga, Katy Perry y Ricky Martin. "¡Vamos a votar! ¡Vamos a ganar!", exclamó Harris en uno de sus mítines, enfatizando su compromiso de ser "una presidenta para todos los estadounidenses" si es electa.

Por su parte, Donald Trump no se queda atrás. En una serie de actos por Carolina del Norte y Michigan, recalcó la importancia de llevar a sus seguidores a las urnas: "Si sacamos a todos a votar, no habrá nada que puedan hacer", afirmó, al tiempo que reiteró su retórica sobre la inmigración irregular. Con una semana de campaña frenética, ambos candidatos intensifican sus esfuerzos para atraer a electores de estados indecisos, cruciales para definir la próxima administración de Estados Unidos.

La carrera electoral de este año ha sido particularmente reñida, con numerosas promesas y ataques mutuos. A medida que nos acercamos al día de las elecciones, se vuelve cada vez más claro que el camino hacia la presidencia estará marcado por la incertidumbre y la estrategia cuidadosamente calculada. ¿Quién se llevará la delantera en esta inigualable contienda electoral?