(CNN) – El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha vuelto a poner en el centro del debate internacional la cuestión de sus fuerzas nucleares. Su fascinación por la retórica nuclear ha sido evidente desde las vísperas de la invasión a Ucrania en febrero de 2022, donde oscureció la situación con ensayos de ataque nuclear que mantenían en vilo a autoridades estadounidenses y a aliados occidentales.

Recientemente, en una reunión del Consejo de Seguridad, Putin anunció una revisión de la doctrina nuclear rusa que podría bajar el umbral para el uso de armas nucleares. Afirmó que Rusia consideraría cualquier ataque por parte de un estado no nuclear, que sea respaldado por uno nuclear, como un 'ataque conjunto contra la Federación Rusa'. Esta consideración implica una respuesta militar legítima que podría incluir represalias nucleares en ciertos escenarios.

Putin mencionó que la decisión de recurrir a la fuerza nuclear podría darse "una vez que recibamos información confiable sobre un lanzamiento masivo de armas de ataque aéreo y espacial" que cruce la frontera rusa, lo que incluye una variedad de tecnologías bélicas modernas, desde aviones hasta drones hipersónicos.

Este cambio sorprendente se produce en un momento en que Ucrania, que renunció a su arsenal nuclear tras el colapso de la Unión Soviética, busca apoyo militar más fuerte de Estados Unidos, incluyendo armas de largo alcance para realizar ataques dentro del territorio ruso. La presión sobre Ucrania puede intensificarse dado el nuevo marco de amenaza que ha planteado Moscú.

Expertos en control de armas opinan que las advertencias de Putin son un intento claro de manipular el diálogo político y militar en el Occidente, generando dudas sobre los posibles costos de armar a Ucrania. La pregunta inquietante que surge es si la revisión de la doctrina nuclear de Rusia acerca aún más el famoso Reloj del Juicio Final a la medianoche, simbolizando un apocalipsis nuclear inminente.

Pavel Podvig, reconocido analista de fuerzas nucleares rusas, enfatizó que existe una 'ambigüedad deliberada' en las nuevas declaraciones de Putin, lo que podría hacer que los límites entre agresiones nucleares y convencionales sean cada vez más difusos. En su opinión, cualquier acción o intervención que se perciba como peligrosa para la existencia del estado ruso podría desencadenar el uso de armas nucleares.

Las opiniones de otros expertos como Mariana Budjeryn sugieren que, aunque las nuevas líneas rojas puedan parecer más explícitas, pueden dejar demasiado espacio para la interpretación de Putin. Esto significa que la definición de una 'amenaza extrema', por ejemplo, recaerá en su criterio, lo que podría resultar problemático para la diplomacia internacional.

Además, es importante recordar que Ucrania ya ha demostrado su capacidad para atacar profundamente dentro de Rusia, lo que incluye ataques con drones en Moscú y otros lugares estratégicos. La continuación de este conflicto y la interacción de las fuerzas militares han criado tensiones que podrían impactar a la comunidad global.

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, está buscando alivios en el arsenal de medidas en su reciente visita a Estados Unidos, lo que podría tener consecuencias significativas sobre cómo responderán los líderes occidentales a la amenaza nuclear rusa. El tiempo dirá si estas dinámicas cambian el curso del conflicto o si se transforman en una nueva era de tensión nuclear en el escenario mundial.