La situación en la ciudad oriental ucraniana de Pokrovsk se ha vuelto crítica. Los residentes están abandonando sus hogares ante la inminente amenaza de las fuerzas rusas, que se encuentran a pocos kilómetros y están intensificando sus ataques para cortar las líneas logísticas vitales hacia la ciudad.

Las autoridades locales han emitido un urgente llamado a la evacuación: "Debido al deterioro de la seguridad, instamos a todos a abandonar la ciudad lo antes posible". Este mensaje se ha difundido rápidamente a través de las redes sociales, mientras el sonido de las explosiones resuena por las calles.

En las últimas dos semanas, alrededor de 3,000 civiles han dejado Pokrovsk, una cifra alarmante que refleja el creciente temor entre la población. El alcalde, Serguéi Dobriak, ha señalado que la situación se ha visto agravada por la interrupción del suministro de gas, lo que ha imposibilitado las reparaciones necesarias debido al constante fuego enemigo.

Este éxodo masivo de ciudadanos es solo uno de los últimos capítulos en el conflicto que ha azotado la región desde 2022. A medida que las fuerzas rusas intensifican su ofensiva, la incertidumbre se cierne sobre otras ciudades cercanas, generando angustia y desesperación entre los ucranianos. ¿Hasta dónde llegará el avance ruso? La comunidad internacional observa con preocupación mientras la crisis humanitaria se profundiza.