El conflicto entre Israel y Gaza escala aún más tras la muerte de dos soldados israelíes y el impacto de ataques explosivos masivos en el Líbano. El Ejército de Israel ha confirmado que dos de sus soldados han perdido la vida y otros nueve han resultado heridos en combates recientes en la frontera con Líbano, donde la milicia Hezbolá ha intensificado sus ataques con misiles y drones.

El líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, ha arremetido contra Israel acusándolo de llevar a cabo 'una declaración de guerra' a través de ataques a dispositivos explosivos en su territorio, calificando las acciones israelíes como 'una masacre sin precedentes' que buscaba asesinar a miles de personas. Durante su discurso, Nasralá advirtió que las acciones del ejército israelí podrían considerarse como crímenes de guerra, desatando aún más tensión en la región.

El Ejército israelí, por su parte, ha declarado que sus operaciones se centran en objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, señalando que esta organización ha convertido áreas residenciales en campos de batalla y utiliza a civiles como escudos humanos. Desde el 7 de octubre, cuando se intensificaron los conflictos, más de 41,000 personas han muerto en Gaza, con un alarmante número que incluye más de 11,000 niños.

Además, el primer ministro libanés, Najib Mikati, ha instado a la ONU a tomar una postura más firme frente a lo que ha llamado una 'guerra tecnológica' de Israel contra el Líbano, exigiendo una intervención internacional para detener lo que considera un genocidio. El Comité de la ONU ha denunciado la grave violación de derechos de los niños en Gaza, añadiendo que este conflicto está produciendo efectos devastadores para la población civil.

En un contexto de creciente inestabilidad, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha hecho un llamado a la contención en Oriente Medio, enfatizando la necesidad de un diálogo constructivo que lleve a una solución pacífica. Mientras tanto, Israel ha propuesto un alto el fuego que incluiría la liberación de rehenes a cambio de un cese de los ataques en Gaza.

La situación es crítica. Tras múltiples explosiones atribuidas a dispositivos de comunicación de Hezbolá, el número de muertos en la última ola de ataques ha alcanzado al menos 32, con más de 3,000 heridos. Esta violencia ha despertado alarmas a nivel internacional, con un llamado urgente a detener un conflicto que puede desbordarse en una guerra abierta.