La situación en Oriente Próximo se ha vuelto cada vez más crítica tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, más de 41.800 vidas han sido perdidas en la Franja de Gaza, con el conflicto expandiéndose a múltiples frentes, incluyendo Líbano y potencialmente Irán. Este conflicto se ha intensificado con enfrentamientos directos entre Israel y Hizbolá, que se ha vuelto más agresivo a medida que Israel lleva a cabo incursiones en el sur del Líbano.

En las últimas 24 horas, el ejército israelí ha atacado más de 200 “objetivos militares” en Gaza y Líbano, enfocándose en instalaciones utilizadas por Hizbolá y Hamás, incluyendo centros de combate y almacenes de armamento. Las fuerzas israelíes han informado de combates cercanos con milicianos de Hizbolá, complicando aún más la situación humanitaria en la región.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchí, se ha trasladado a Arabia Saudí para iniciar una gira diplomática con el objetivo de reunir apoyo para lo que considera un esfuerzo por frenar las acciones agresivas de Israel. Este acto suma tensión a la región, especialmente con el reciente lanzamiento de 200 misiles por Irán hacia Israel, señalando así una escalada en el conflicto.

China ha manifestado su preocupación, rechazando la expansión del conflicto y pidiendo una intervención más decidida para evitar consecuencias devastadoras, especialmente para la población civil palestina, donde se reporta que miles de personas han estado atrapadas durante días bajo circunstancias de falta de alimentos y acceso a servicios médicos en la Franja de Gaza.

En paralelo, alrededor de 200,000 gazatíes se encuentran en condiciones críticas en el campamento de Yabalia, mientras el cerco militar continúa. Las familias locales carecen de suministros básicos, enfrentando el asedio militar sin asistencia suficiente que alivie su sufrimiento. Algunos lugares del campamento han sido identificados como los más peligrosos debido a la cercanía de los enfrentamientos directos.

El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha abogando por una solución de dos estados como única vía viable para poner fin al ciclo de violencia en la región. Su declaración coincide con el aniversario del ataque de Hamás a Israel, donde miles de vidas fueron truncadas y cientos de personas fueron capturadas.

Mientras todo esto sucede, el Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido para discutir la crisis humanitaria en Gaza, colisionando con los continuos bombarderos sobre la población civil. Los líderes internacionales presionan para que se mantenga un diálogo que conduzcan a una resolución pacífica del conflicto, a medida que la situación en Oriente Próximo sigue deteriorándose.