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Groenlandia: la isla helada en la que Trump puso sus ojos y que enfrenta una alarmante crisis de suicidios

2025-01-19

Autor: Antonio

Groenlandia, la mayor isla del mundo, ha captado el interés del expresidente estadounidense Donald Trump, quien en el pasado expresó su deseo de comprarla. Sin embargo, detrás de este atractivo geopolítico se esconde una tragedia humana: la isla enfrenta una de las tasas de suicidio más altas del planeta, un problema que se ha convertido en una epidemia entre su población de alrededor de 57,000 habitantes.

La situación es alarmante, especialmente entre los hombres jóvenes de 20 a 24 años, quienes son los más afectados. Las estadísticas son impactantes: mientras la media mundial se sitúa en nueve suicidios por cada 100,000 habitantes al año, en España esta cifra ronda el siete. En Groenlandia, este número se eleva a más de 80. De hecho, en 1989, la tasa alcanzó un número escalofriante de 120.

¿Qué impulsa esta crisis? Diversos factores han sido señalados como causantes de esta alarmante situación. Se ha discutido la falta de luz solar, el clima extremo y la soledad que sienten los habitantes en un entorno tan hermosamente hostil. Sin embargo, los estudios apuntan a un cambio más profundo: la modernización y occidentalización de Groenlandia, que han transformado la identidad cultural de la isla, antes basada en tradiciones de pesca y caza, a un estilo de vida que enfrenta numerosos desafíos.

El papel de las armas de fuego también ha sido mencionado, dado que la población tiene acceso a ellas debido a su cultura cazadora. Sin embargo, el método más común de suicidio en Groenlandia es el ahorcamiento.

Frente a esta crisis, el gobierno groenlandés ha emprendido varias campañas para combatir el suicidio, pero hasta el momento los resultados han sido decepcionantes. La falta de recursos, apoyo psicológico y la estigmatización de los problemas de salud mental complican aún más la situación.

Importantes organismos internacionales han comenzado a prestar atención a la crisis en Groenlandia, y se están buscando soluciones a largo plazo que integren no solo la salud mental, sino también la identidad cultural de los inuit, para ofrecer un enfoque holístico que pueda revertir esta trágica tendencia.

La comunidad internacional tiene la responsabilidad de ayudar a Groenlandia a enfrentar esta emergente crisis, mientras que la isla se mantiene en el ojo del huracán de la política global, recordándonos que la verdadera batalla no solo es geopolítica, sino profundamente humana.