¡Un giro inesperado! Los Ministerios de Trabajo y Economía han encontrado un punto en común sobre la propuesta de elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.184 euros al mes. Esto se vuelve relevante considerando los recientes desacuerdos entre ambas carteras del Gobierno de coalición. El actual ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha expresado este viernes en Valencia que se siente “muy cómodo” con la sugerencia de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que plantea un aumento de 50 euros al mes, lo que representa un incremento del 4,4%.

Cuerpo, al ser interrogado por la prensa, destacó que esta propuesta se basa en un informe de expertos que sugiere que el SMI debería crecer en línea con el resto de la economía, un incremento que debería oscilar entre el 3,3% y el 4,4%. "Estos 50 euros están dentro de ese rango, por lo tanto, respaldo la propuesta" enfatizó el ministro.

La propuesta de Trabajo, que marca un claro aumento del SMI para 2025, ha sido recibida por los sindicatos con expectativas de una subida aún mayor, reclamando entre un 5% y un 6%, lo que elevaría el salario a aproximadamente 1.200 euros al mes. A pesar de la presión sindical, los representantes empresariales aún no han presentado una oferta o posición concreta.

Las partes han acordado reunirse nuevamente el 22 de enero, donde Trabajo espera que la patronal proponga un plan que podría culminar en un acuerdo tripartito, algo muy deseado en el actual marco de diálogo social.

Por si fuera poco, Carlos Cuerpo también ha abordado la candente cuestión de la reducción de la jornada laboral, un tema que ha sido motivo de debate intenso en las últimas semanas. Confía en que durante la reunión de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos el 27 de enero, se pueda alcanzar un acuerdo que permitiera avanzar en la tramitación legislativa para que estas reformas sean una realidad en 2025.

Sin embargo, el ministro ha señalado que la implementación de la reducción de la jornada laboral debe ser "progresiva", especialmente para las pequeñas y medianas empresas que enfrentan mayores desafíos. Propone que la transición hacia una jornada de 37,5 horas debe ser gradual, permitiendo que las empresas se adapten.

Todo esto indica un esfuerzo claro por parte del gobierno de equilibrar las demandas sociales con la viabilidad económica, y los ciudadanos estarán a la expectativa de los resultados de estas negociaciones. Lo cierto es que en el horizonte se vislumbra un futuro donde el salario mínimo y las condiciones laborales podrían mejorar considerablemente, marcando un importante paso hacia un mayor bienestar económico para los trabajadores en España.