La carrera del Gran Premio de Brasil fue un espectáculo inolvidable, donde Max Verstappen demostró una vez más por qué es el gran favorito de la temporada, mientras que Lando Norris vivió un día desastrozo en Interlagos.

Desde el inicio, Verstappen tuvo que enfrentar una dura resistencia por parte de Charles Leclerc, quien defendió su posición con valentía en las primeras vueltas. A pesar de que Verstappen se mantuvo a poca distancia, el piloto de Ferrari logró contenerlo con habilidad hasta la vuelta 25, cuando las condiciones climáticas comenzaron a complicarse con un incremento de la lluvia.

Las complicaciones aumentaron con el despiste de Nico Hulkenberg, que terminó saliéndose de la pista dos vueltas después, lo que provocó la entrada del Safety Car. Esta situación afectó directamente a los pilotos que ingresaron a boxes, entre ellos Norris y su compañero Russell, quienes perdieron posiciones importantes.

A medida que avanzaba la carrera, los pilotos que se quedaron en pista ganaron una ventaja crucial. Esteban Ocon y Pierre Gasly, junto a Verstappen, aprovecharon esta oportunidad para posicionarse mejor, mientras que la suerte le declinaba a Norris, quien cometió un error que lo llevó a perder el cuarto lugar, favorecido por una maniobra de Sergio Pérez.

La entrada del Safety Car en la vuelta 30 fue un punto de inflexión decisivo. El argentino Franco Colapinto, al intentar cambiar neumáticos, provocó un incidente que culminó en una bandera roja, lo que permitió a los que estaban en la parte trasera realizar una parada en boxes sin perder posiciones. Este giro de los acontecimientos fue crucial para Ocon y Verstappen.

Con el reinicio de la carrera después de la bandera roja, Ocon mostró un control impresionante al mantener su posición ante la presión del tricampeón del mundo, Verstappen. Sin embargo, Norris, que parecía estar en condiciones de desafiar, no pudo mantener su ritmo y sufrió una caída notable en las posiciones, finalizando en un decepcionante séptimo lugar, mientras que su compañero Piastri le cedió la sexta posición.

Mientras tanto, Verstappen sacó provecho de su rebufo y comenzó a marcar una distancia insalvable con el resto, llevándose su octava victoria de la temporada con más de 19 segundos de ventaja al cruzar la línea de meta. Con esta victoria, Verstappen no solo logró su primer triunfo en 11 carreras, sino que también amplió su ventaja en el campeonato a 62 puntos sobre Norris, quien se va con su moral herida a casa.

Además, el clima cambiante fue un factor determinante, llegando a igualar el rendimiento de los monoplazas, dándole ventaja a Verstappen, quien ha demostrado ser un maestro en la lluvia. Con tres carreras por delante, incluida la icónica prueba de Qatar, Verstappen se posiciona como el favorito para asegurarse su cuarto título consecutivo, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si alguien podrá detenerlo en las próximas pruebas.