Gonzalo Miró ha vuelto a ser el centro de atención en 'Espejo Público', tras una tensa interacción con el polémico Toni Cantó. Durante el programa, Cantó decidió interrumpir el guion habitual para plantear a Miró una pregunta directa que buscaba ponerlo en una situación comprometida: "¿Cuáles son tus líneas rojas con Sánchez?", cuestionó, dando inicio a un intenso cruce de argumentos.

Miró, consciente de la táctica de su compañero, intentó eludir un poco el tema al afirmar que había aspectos del Gobierno que no le gustaban. Sin embargo, Cantó no se detuvo y presionó aún más: "¿Es que no hay líneas rojas? ¿Acaso te parece aceptable que mientan durante la campaña electoral?" La respuesta de Miró fue contundente y digna de reseñar: "Si el problema es que un político miente, dime tú a quién voto entonces. Intento encontrar opciones, pero la verdad siempre parece esquiva".

El intercambio se intensificó cuando Gonzalo Miró defendió su postura política con fervor, aclarando que tiene una ideología de izquierdas sólida: "Siempre voy a ser de izquierdas, creo en lo público por encima de lo privado, en la igualdad y la redistribución de la riqueza". Esta declaración dejó a la audiencia y a los presentes boquiabiertos, mientras Miró enfatizaba su compromiso inquebrantable con sus convicciones políticas.

Susanna Griso, en un intento por profundizar más en el debate, lanzó otra pregunta incisiva: "¿Pedro Sánchez es de izquierdas?" La incómoda pregunta parecía sorprender a Miró, quien rápidamente empezó a cuestionar esa afirmación. Griso continuó desglosando ejemplos, afirmando que ciertas políticas del actual Gobierno, como la amnistía o su posición en el conflicto del Sáhara, no encajaban con la ideología de izquierdas.

La tensión en el set alcanzó su punto álgido cuando Toni Cantó hizo hincapié en que si Sánchez no es considerado de izquierdas, eso podría abrir un debate sobre la verdadera identidad política del actual gobierno español. La respuesta irónica de Miró, sugiriendo que, entonces, si Sánchez no es de izquierdas, sería de derechas, levantó risas y aplausos entre algunos espectadores.

Este episodio ha reavivado el debate sobre la coherencia ideológica en la política española y ha dejado en el aire la interrogante de hasta qué punto los votantes pueden confiar en los partidos a los que respaldan. La interacción absorbió la atención de todos los televidentes y subraya la profunda polarización política que enfrenta España actualmente.