¡Desenlace Inesperado para We Are Knitters!

El futuro de We Are Knitters, la afamada marca de lanas, ha tomado un giro inesperado, y los directivos del Ibex que invirtieron en la compañía se enfrentan a una dura realidad. La consejera rebelde de Prisa, Pepita Marín, fue destituida por Joseph Oughourlian tras proponer la creación de un canal de televisión, un cambio que marca el principio del fin para esta prometedora empresa.

A pesar de que durante la pandemia la compañía disfrutó de un auge en ventas en línea, la realidad ha sido sombría: pérdidas anuales de hasta 800.000 euros han azotado las finanzas de We Are Knitters, haciendo trizas sus planes.

Inversiones Caídas y Capital en Crisis

El ambicioso plan de la empresa se ha echado a perder. Varios inversores de renombre, entre ellos Javier Monzón, ex presidente de Indra, y Santiago Bau, ex de Goldman Sachs, ven cómo su dinero se desvanece en un proceso de reestructuración que no da tregua. Además, capitalistas de riesgo como Cabiedes y Derbaix Ventures también se han visto arrastrados a esta tormenta financiera.

Las inyecciones de capital no han sido suficientes. Entre marzo y julio de 2024, We Are Knitters realizó varias ampliaciones de capital y transacciones que intentaron salvar la situación, pero la sombra del concurso de acreedores se cierne sobre ellos.

La Compra que Cambia Todo

La situación llegó a su punto más crítico cuando Leonardo Caracas, socio de Jump Ventures, se hizo con la compañía por solo 914.000 euros en un proceso que incluyó una fase de 'prepack concursal'. Caracas se comprometió a absorber varios contratos laborales, aunque dejó fuera a algunas figuras clave, lo que levanta interrogantes sobre el futuro del equipo.

Caracas Lab, la nueva firma que supervisará We Are Knitters, tiene grandes planes para estabilizar y hacer crecer la compañía, enfocándose en la gestión de marcas digitales y el marketing efectivo.

El Desenlace de un Drama Empresarial

A pesar de las esperanzas de reestructuración de la compañía, las ofertas de salvamento llegaron poco a poco, y los intentos de ajustar la deuda a su rendimiento financiero fueron en vano. Los bancos, entre ellos BBVA y Santander, han visto cómo sus préstamos se convierten en una carga.

Los directivos del Ibex que apostaron por esta aventura ahora enfrentan un revés monumental, pues la rebelde de Prisa ha sacudido el tablero a su favor. Solo el tiempo dirá si We Are Knitters logrará renacer de sus cenizas o se desvanecerá en la memoria como un sueño inconcluso.