En conmemoración del quinto aniversario desde la inclusión de la PrEP (profilaxis pre-exposición al VIH) en el Sistema Nacional de Salud (SNS), que se celebró el 30 de septiembre, GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) ha lanzado un fuerte reclamo a las autoridades sanitarias para extender los criterios de acceso a este tratamiento vital. Hasta la fecha, más de 24,000 personas han sido beneficiadas, según datos del Ministerio de Sanidad, lo que subraya la efectividad de esta estrategia en la lucha contra el VIH.

Este grupo de expertos propone que se incluya a más personas en los grupos elegibles para recibir PrEP, especialmente aquellas diagnosticadas con hepatitis C o aquellas en riesgo que presenten cambios de comportamiento inminentes, como el abandono del uso de preservativos de manera sistemática. Esta inclusión podría ser un punto de inflexión para prevenir nuevos contagios.

Para facilitar el acceso a la PrEP, GeSIDA también sugiere que se amplíe la ubicación de su dispensación. Actualmente, el tratamiento se lleva a cabo principalmente en hospitales, pero se propone la inclusión de farmacias hospitalarias y otros centros de atención, como clínicas de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y centros de Atención Primaria.

Es crucial que la PrEP sea gestionada por profesionales capacitados en el manejo de VIH y otras ITS, con conocimientos en diversidad sexual y fenómenos relacionados como el chemsex. La Enfermería especializada desempeña un papel indispensable en este proceso, por lo que se exige a los centros de salud suficientes recursos y personal para satisfacer la creciente demanda y reducir las listas de espera.

Un seguimiento adecuado es esencial para los usuarios de PrEP. Este seguimiento debe incluir una evaluación exhaustiva que abarque hábitos tóxicos, conducta sexual, y evaluaciones analíticas para descartar infecciones preexistentes de VIH, hepáticas y monitorear la función renal. También se debe realizar un cribado integral de otras ITS y valorar la adherencia al tratamiento, además de iniciar las vacunaciones necesarias.

La alarmante tendencia en aumento de diagnósticos de otras ITS, como la gonococia, clamidiasis y sífilis, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), torna aún más urgente esta propuesta. La Dra. Rosario Palacios, presidenta de GeSIDA, enfatiza que "la PrEP debe ser parte de un programa integral que incluya educación sexual, promoción del uso del preservativo y un enfoque en la detección y tratamiento temprano de ITS".

Es un terreno de debate si la PrEP incentiva el incremento en los diagnoses de ITS, sin embargo, un estudio en varios centros españoles no encontró un aumento notable en la prevalencia de gonococia, clamidiasis y sífilis entre los usuarios de PrEP. Aun así, se recomienda un cribado sistemático de estas infecciones cada tres a seis meses, y de hepatitis C cada seis a doce meses, dependiendo del perfil de riesgo de cada usuario, para garantizar una salud integral y evitar la propagación de infecciones.