La historia de Gaetan Poussin es un ejemplo inspirador de redención en el mundo del fútbol, especialmente en el Real Zaragoza, donde la portería ha sido una posición históricamente complicada. El portero francés ha vivido momentos difíciles que han marcado su carrera, especialmente después de cometer errores significativos que afectaron tanto su rendimiento como la confianza del equipo.

Poussin admite que el pasado le ha dejado cicatrices. "Me pone triste, es la primera vez que lo veo. No sé qué me pudo pasar, pero forma parte de mi carrera. La vida es así", confiesa, recordando aquel fallido despeje en un partido crucial contra el Sporting que costó al Zaragoza dos puntos vitales.

A raíz de aquel error, Poussin tuvo una participación limitada en la temporada anterior, jugando solo un partido más tras la lesión de su compañero Cristian. Esto lo llevó a tener que desconectar del fútbol en Francia, buscando alternativas que no llegaron. "Fue duro pasar el verano en un hotel lejos de mi familia; quería salir, pero no encontré ninguna posibilidad", cuenta, revelando la soledad que vivió en esos meses.

Sin embargo, el inicio de la nueva temporada trajo consigo nuevas oportunidades. La lesión de Femenías en el primer partido de liga y los problemas físicos de Cristian le otorgaron la oportunidad de regresar al campo. "Salí al terreno de juego con mucha seguridad; había hecho una buena pretemporada y me sentía listo para ayudar al equipo", explica. Esta vez, está preparado para dejar atrás su pasado tormentoso y demostrar su verdadero potencial.

Poussin se ha comprometido no solo a proteger la portería, sino también a ser un líder dentro del equipo. Sus compañeros lo han visto crecer en confianza y determinación, lo que ha sido clave para revitalizar el ambiente en el vestuario del Zaragoza. Su historia demuestra que, incluso luego de enfrentar adversidades, la perseverancia y la auto-reflexión pueden llevar al éxito en el competitivo mundo del fútbol.