La tragedia causada por la DANA en Valencia ha dejado al menos 62 muertos y ha provocado un daño incalculable en la región, con muchas personas aún incomunicadas y decenas de desaparecidos. Desde el inicio de las lluvias torrenciales, la situación ha sido devastadora y ha puesto de relieve la falta de recursos y preparación ante desastres naturales.

Políticos de diversas partes del espectro han expresado su apoyo a los afectados a través de redes sociales, pero uno de los más contundentes ha sido Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados. Rufián no se ha limitado a ofrecer condolencias; también ha exigido responsabilidades.

"Toda la solidaridad hacia los afectados y sus familias. Pero hay que ir más allá. Y el más allá es decir que malditos sean los desmanteladores de servicios públicos y malditas las empresas criminales que obligan a sus trabajadores a ir con alerta roja por lluvias. Hay cosas que no se pueden evitar, pero tener una unidad de emergencia bien dotada y poder no ir a trabajar en estas condiciones no son una de ellas", publicó Rufián en Twitter.

Este ácido mensaje parece estar dirigido especialmente a Carlos Mazón, presidente de la Comunitat Valenciana, quien desmanteló la Unidad Valenciana de Emergencias poco después de asumir el cargo. Esta decisión ha generado una ola de críticas, junto con la acusación de que su gobierno ha despriorizado la seguridad de los ciudadanos ante desastres.

La respuesta de la población ha sido contundente, acumulando miles de 'me gusta' y numerosos comentarios de apoyo a Rufián. Esta situación ha reavivado el debate sobre la gestión de emergencias en la Comunidad Valenciana, que muchos consideran insuficiente.

Mientras tanto, los afectados siguen esperando una respuesta adecuada por parte del gobierno local y la activación de los protocolos de emergencia necesarios para enfrentar esta crisis. Valencia clama por respuestas y medidas eficaces. ¿Qué más debemos esperar de nuestros dirigentes en momentos de necesidad? La indignación crece, y la presión para que se tomen medidas inmediatas es imparable.