Después de un largo año de espera, finalmente se dio a conocer la sentencia sobre el caso de Daniel Sancho, quien fue condenado a cadena perpetua por el brutal asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Este veredicto, emitido por la corte de Koh Samui, fue recibido con una oleada de reacciones, intensificadas tras el lanzamiento del segundo episodio de El caso Sancho en HBO Max.

El documental, que aborda los pormenores del crimen y los acontecimientos judiciales, incluye entrevistas con figuras cercanas al caso, como Rodolfo Sancho, padre del acusado. Sin embargo, la producción ha generado controversia debido a que un familiar del acusado haya monetizado su experiencia en medio de un proceso judicial activo. El herpetólogo y presentador Frank Cuesta ha sido uno de los críticos más vocales contra la familia Sancho.

Durante un directo con el creador de contenido Javi Oliveira, Cuesta señaló que, aunque Rodolfo Sancho se presenta como una figura central, la verdadera dirección del espectáculo parece estar en manos de quienes buscan notoriedad o ingresos. Cuesta destacó la “prepotencia” exhibida por Sancho y su familia tras las audiencias y cuestionó su forma de actuar en los últimos meses, sugiriendo que, lejos de mostrar humildad, han mantenido una actitud despectiva.

“Lo que han hecho es tan absurdo que ahora están donde decían que nunca estarían, con su hijo condenado por un crimen horrendo”, afirmó Cuesta, instando a Rodolfo Sancho a centrarse en pedir perdón en lugar de esperar una evasión judicial.

El tono de Cuesta se volvió más agudo cuando se refirió a la figura de Rodolfo Sancho, insinuando que su fama no es tan relevante en comparación con el escándalo que lo rodea. “Decir que es un actor famoso es relativo, yo ni siquiera sabía quién era antes de esto. La gente debería centrarse en lo que realmente importa: pedir clemencia y disculpas”, mencionó.

Sobre el veredicto y la estrategia legal de Daniel Sancho, Cuesta criticó la defensa, enfatizando que su enfoque dejó mucho que desear, y que la pena de muerte fue retirada gracias a su declaración inicial. En su opinión, si la defensa hubiera contado con los consejos adecuados, probablemente hubieran hallado un camino menos severo.

Cuesta finalizó su mensaje advirtiendo sobre la arrogancia que a menudo muestran los europeos en situaciones como esta. “El orgullo y la prepotencia que alimentamos nos han llevado a este extremo, y es algo que debemos reflexionar”, concluyó, sugiriendo que esta lección debería ser un aviso para todos.