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Feijóo busca refugio en el oasis andaluz mientras la crisis en Valencia se intensifica: Una mirada a su tercer aniversario como líder del PP

2025-03-30

Autor: Francisco

Tres años después de asumir el liderazgo del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo regresó este sábado a Sevilla, la ciudad que lo vio coronarse como presidente para salvar al partido de una de las crisis más severas de su historia. Este evento coincide con el tercer aniversario del congreso que le aupó, donde se hizo evidente la inestabilidad que enfrentan varias baronías populares, a excepción de su aliado Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, quien disfruta de una cómoda mayoría absoluta en su región.

La ausencia notoria de otros líderes populares en Sevilla contrasta con el actual clima de tensión en la Comunidad Valenciana, donde Carlos Mazón, el presidente del gobierno regional, enfrenta una creciente presión ante una gestión que ha sido calificada de ineficaz tras la devastadora Dana del pasado octubre, que causó 228 muertes. Si bien los presidentes autonómicos no fueron convocados oficialmente, la fecha y el lugar fueron elegidos intencionalmente para recordar el ascenso de Feijóo en el partido, lo que ha generado malestar entre los barones del PP.

En un discurso en el Hotel NH Collection, Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP, enfatizó la necesidad de recuperar la confianza: “Aquí empezamos todo”, dijo, aludiendo al mandato de la militancia para restaurar la credibilidad del partido. Sin embargo, a pesar de celebrar las victorias en varias elecciones, la meta principal de conseguir la mayoría suficiente para desalojar a la izquierda del poder aún no se ha cumplido.

A pesar de que el PP considera que ha superado la fractura interna que antes amenazaba su unidad, la situación en Valencia revela que los problemas han migrado a otras regiones. Algunos miembros del partido sugieren que la gestión de Mazón podría costarle su puesto antes del verano, mientras las tensiones aumentan también en otras comunidades autónomas gobernadas por el PP.

En este contexto, diferentes barones como Isabel Díaz Ayuso enfrentan su propio conjunto de desafíos, incluyendo una investigación por fraude fiscal y corrupción. Su reciente acuerdo con Vox para la aprobación de presupuestos ha dado lugar a un mayor conflicto con los sectores más moderados del PP, y el tema de la inmigración se convierte en otro punto de fricción.

Durante su ascenso, Feijóo prometió una oposición moderada que fomentaría pactos de Estado, pero en este tercer aniversario, sus dirigentes denunciaron la falta de disposición del gobierno socialista para llegar a consensos. El debate sobre los gastos militares también se ha convertido en un punto conflictivo, con la dirección del PP distanciándose de cualquier posible acuerdo con el PSOE mientras acusan a Pedro Sánchez de no respetar la separación de poderes.

El ambiente en Sevilla era de cierta confianza entre los miembros del PP, creyendo que el final de Sánchez podría estar a la vista, pero los retos internos y la presión en Valencia plantean un futuro incierto para el partido. La combinación de éxitos y desafíos sigue siendo un tema de discusión y análisis, como un rompecabezas político en constante evolución que podría tener repercusiones significativas en el panorama político español.