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Fallece David Lynch, el genio del cine que transformó la industria con ‘Terciopelo azul’, ‘Mulholland Drive’ y ‘Twin Peaks’

2025-01-16

Autor: María

David Lynch, el icónico director que cambió el rumbo del cine independiente en Estados Unidos desde los años 80, ha fallecido a los 78 años. La triste noticia fue confirmada este jueves en Facebook por su familia, quien recordó su legado como creador de obras maestras como Terciopelo azul y Mulholland Drive, así como de la influyente serie Twin Peaks. En el comunicado, mencionaron: "Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros, pero, como él diría: 'Mantén la vista en el donut y no en el agujero'."

El año pasado, Lynch reveló que padecía de enfisema pulmonar, pero, incluso con ese diagnóstico, decidió continuar fumando y trabajando en sus proyectos. Hasta el momento, la familia no ha especificado la causa de su deceso, lo que ha dejado a muchos de sus seguidores en vilo.

Lynch fue un innovador en el cine estadounidense, cuya visión se valoraba más en Europa, donde ganó la Palma de Oro en 1990 en Cannes por Corazón salvaje y el premio a la mejor dirección por Mulholland Drive en 2001. Sus películas, tales como Cabeza borradora (1977), Carretera perdida (1997) y muchos más, rompieron esquemas, generando tanto admiración como controversia. También logró crear piezas clásicas como El hombre elefante (1980), producida por el conocido Mel Brooks, y Una historia verdadera, que narra el viaje épico de un hombre en su cortacésped a reunirse con su hermano.

Con Twin Peaks, la serie que marcó un hito en la televisión, Lynch revolucionó el formato al introducir una narrativa compleja y llena de misterio que atrapó a los espectadores de todo el mundo. La serie se emitió por primera vez en la ABC en febrero de 1990 y desde entonces ha dejado una huella imborrable en la cultura popular.

Durante su vida, David Lynch también cultivó un extraordinario talento musical y visual. En 2022, lanzó un álbum titulado Cellophane Memories junto a su colaboradora habitual Chrystabell, donde exploraba diversas preguntas sobre la existencia y el misterio, un tema recurrente en su obra.

Lynch, que también tenía un interés por la meteorología, comenzó a compartir previsiones del tiempo en 2005, su particular forma de conectar con el público. Este último rostro amigable al que la audiencia se acostumbró era una representación de su peculiaridad como artista.

Nacido en Missoula, Montana, Lynch creció en un entorno cambiante que influiría en su obra. Sus inicios en la Academia de Artes de Pensilvania marcaron el inicio de su travesía cinematográfica. Desde Cabeza borradora, que se basa en las dificultades que vivió en Filadelfia criando a su primera hija, hasta su última película, Inland Empire (2006), Lynch siempre ha retratado lo surrealista y lo cotidiano de maneras únicas.

A lo largo de su carrera, Lynch recibirá el reconocimiento, aunque a veces polémico, que merecía. Ganó varias nominaciones al Oscar, y fue premiado con un Oscar honorario en 2019 por su continua búsqueda de la originalidad y su impacto en la narrativa visual. Su influencia no solo se siente en sus obras, sino que también ha dejado una marca indeleble en cineastas contemporáneos y la cultura pop global.

La comunidad artística llora la pérdida de un verdadero ícono. Steven Spielberg, admirador de su trabajo, afirmó: “El mundo va a echar de menos una voz tan original y única como la suya. Sus películas ya han soportado el paso del tiempo y lo seguirán haciendo”. Sin duda, el legado de David Lynch perdurará, dejando un camino marcado por la innovación y la reflexión profunda en el séptimo arte.