La destacada bioquímica bilbaína Ana María Lajusticia ha fallecido este jueves en Barcelona a la notable edad de 100 años. Nacida el 24 de julio de 1924 en Bilbao, su legado va más allá de ser una de las primeras mujeres en graduarse en Ciencias Químicas en España; es recordada por su innovadora introducción del magnesio como suplemento alimenticio. Su trayectoria profesional comenzó a causar impacto tras una experiencia personal que la llevó a descubrir los beneficios del magnesio en la salud, convirtiéndose en una verdadera pionera en el campo.

Desde pequeña, cultivó un profundo interés por las matemáticas gracias a la influencia de su padre y su abuela, quienes la alentaron a explorar su potencial intelectual. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de desafíos. La Guerra Civil dejó huella en su infancia, especialmente tras la trágica pérdida de su padre en 1937. Este evento adverso impulsó a Ana María a dedicar más esfuerzo a sus estudios, buscando contribuir a la economía familiar.

En la Universidad Complutense de Madrid, donde fue una de las pocas mujeres de su época, se graduó con uno de los mejores expedientes del país en 1947. A pesar de las oportunidades limitadas para las mujeres en la ciencia en ese tiempo, su ambición y talento la llevaron a trabajar inicialmente en el sector minero, donde también conoció a su futuro esposo.

El diagnóstico de diabetes tipo 2, años después, representó un punto de inflexión en su vida. Esto la llevó a investigar la relación entre la alimentación y la salud, descubrimiento que la llevó a fundar su propia línea de suplementos de magnesio en 1980. Su marca, que fusionó ciencia con marketing personal (al usar su nombre, imagen y firma), se volvió un fenómeno en el mercado. Aunque enfrentó críticas y escepticismo de algunos expertos en salud, su perseverancia y dedicación la consolidaron como una figura respetada en el ámbito de la nutrición.

Entre sus numerosas publicaciones, destaca 'El Magnesio, clave para la salud', que fue traducido a varios idiomas y alcanzó cifras extraordinarias en ventas. También se sumó a la era digital, acumulando cientos de miles de seguidores en las redes sociales, donde compartía sus conocimientos y consejos sobre salud y nutrición.

Ana María Lajusticia dejó un legado vital, no solo por su trabajo pionero, sino también por abrir el camino para futuras generaciones de mujeres en la ciencia. Conocida cariñosamente como 'la reina del magnesio', su pérdida deja una huella profunda en un mundo que se beneficia de sus contribuciones y su visión. En tiempos donde la salud y el bienestar son más importantes que nunca, su legado perdurará en aquellos que continúan promoviendo una vida saludable.