La reciente subida de los peajes de la AP-9, la segunda más alta de España para 2025, ha llevado al alcalde de Vigo, Abel Caballero, a convertirse en un ferviente defensor de la liberación y gratuidad inmediata de esta autopista. ¿Sabías que los usuarios han pagado casi 4.000 millones de euros en peajes desde 1979? Caballero ha calificado la existencia de peajes en esta vital arteria de Galicia como un verdadero 'problema', subrayando que es imposible viajar desde Vigo a Santiago, A Coruña o Ferrol sin utilizarla. Así, ha argumentado que los exorbitantes precios son insostenibles para los ciudadanos, en un mensaje enviado a los medios.

"La autopista tiene que avanzar hacia la gratuidad total. No hay alternativa viable", afirmó Caballero, instando al Gobierno central a actuar con rapidez. Está claro que pagar hasta 40 euros por ir de Vigo a A Coruña y volver no es tolerable. "Desde aquí, quiero proponer que esta autopista, cuanto antes, se convierta en gratuita", enfatizó.

El alcalde no ha dejado de reconocer los descuentos otorgados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez desde 2018, aunque recordó que la prolongación del contrato de concesión por parte de José María Aznar hasta 2048 es una carga. "Es cierto que este Gobierno está ofreciendo descuentos muy significativos, y es indiscutible que el contrato impone subidas en los peajes. Sin embargo, no podemos permitir que un medio esencial de comunicación a lo largo de la costa gallega cueste tanto a los ciudadanos", añadió. Caballero defendió que es imperativo que la autopista sea gratuita lo más pronto posible.

Además, el alcalde destacó que la gratuidad debería ser inmediata, solicitando que se declare la gratuidad total entre Vigo y Pontevedra. "Ambas ciudades forman un área urbana y no es posible que viajar dentro de esta zona nos cueste 5 euros. Esto es insólito en España y es por eso que exijo la gratuidad total de la autopista", subrayó.

Por si fuera poco, también se estima que Vigo es la ciudad que asume las subidas más significativas de la AP-9. Esta situación genera un fuerte descontento entre los ciudadanos, quienes consideran que es hora de que se revise esta situación. ¿Qué medidas tomará el Gobierno para atender esta creciente demanda? La presión sigue aumentando. ¿Qué futuro le espera a la AP-9?