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¡Estallido en Europa! EE.UU. podría desactivar los cazas F-35: España queda fuera del peligro

2025-04-07

Autor: Carmen

Las relaciones entre Estados Unidos y Europa están en un punto crítico. Con un nuevo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca, que exige mayores aportaciones de los aliados a la OTAN y amenaza con represalias comerciales, surge una alarmante preocupación militar: ¿cuánto dependen realmente los países europeos de la tecnología estadounidense?

Un análisis reciente del medio especializado Galaxia Militar ha puesto de manifiesto una situación potencialmente alarmante para varios países europeos que han adquirido los cazas furtivos F-35 Lightning II de Lockheed Martin. Estos aviones podrían quedar completamente fuera de servicio si Washington decide cortar el acceso a los sistemas de software esenciales para su funcionamiento.

Pero, ¿cómo podría EE.UU. apagar los cazas F-35? Los F-35, considerados los aviones de combate más avanzados del mundo, dependen de dos sistemas logísticos cruciales: ALIS (Autonomic Logistics Information System) y su sucesor, ODIN (Operational Data Integrated Network). Ambos sistemas requieren conexión diaria con servidores estadounidenses para implementar diagnósticos, actualizar software y validar sus capacidades operativas.

Esto significa que, en un escenario extremo, Estados Unidos podría desactivar de forma remota esos aviones cortando su acceso a los servidores, una maniobra que algunos analistas han llamado un "interruptor de desactivación digital". Aunque todavía no se ha llevado a cabo una medida de esta magnitud, la mera posibilidad ha suscitado una gran inquietud entre los ministerios de Defensa de varios países europeos.

¿Y cuáles son esos países en riesgo? Miembros de la OTAN que han adquirido los F-35 incluyen: - Italia: 115 unidades. - Reino Unido: de 60 a 138. - Países Bajos y Noruega: 52 cada uno. - Finlandia: 64. - Alemania: entre 35 y 45. - Bélgica: 34. - Dinamarca: 27. - República Checa: 24. - Grecia: 20.

Contrario a ello, España ha tomado una decisión estratégica y ha optado por el Eurofighter Typhoon, un caza europeo que no necesita de la tecnología estadounidense para su funcionamiento diario. Este hecho la pone en una posición privilegiada en este contexto de tensión.

El dilema radica en que lo que se presenta como cooperación tecnológica entre aliados puede, en realidad, evidenciar una asimetría de poder significativa. Mientras que Europa invierte miles de millones en cazas de última generación, su capacidad de operación podría depender de decisiones políticas en Washington. ¿Es esta vulnerabilidad un riesgo insostenible para la seguridad europea? Los gobiernos deben actuar rápidamente para asegurar su autonomía militar y evitar quedar a merced de un 'interruptor' que podría desactivar sus fuerzas aéreas en un abrir y cerrar de ojos. ¡La seguridad de Europa está en juego!