¡Increíble pero cierto! Las matriculaciones de vehículos en España alcanzaron un impresionante aumento del 7,1% el año pasado, superando la mágica barrera del millón de unidades vendidas. Este crecimiento resalta aún más al compararlo con la preocupante tendencia a la baja en mercados clave como Italia, Alemania y Francia, donde las cifras negativas podrían tener un impacto significativo en la producción automotriz española.

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha expresado su entusiasmo por los resultados en España, aunque advierte que hay "algunos matices" preocupantes en el horizonte de la industria. Uno de los desafíos que enfrenta el sector es su gran dependencia de las empresas de alquiler de coches, y la posible caída en la producción por la disminución de las exportaciones podría complicar aún más la situación.

En declaraciones a EFE, José Ignacio Moya, director general de la Asociación de concesionarios oficiales en España (Faconauto), y Félix García, director de comunicación y marketing de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), han reconocido que el objetivo para cerrar el año 2024 era de 990.000 vehículos vendidos. Sin embargo, un sorprendente "último trimestre espectacular" llevó las cifras a un total de 1.016.000 matriculaciones, ¡una cifra que nunca se había visto antes en diciembre!

"¡Diciembre fue sencillamente espectacular!", señala García, destacando las más de 6,500 matriculaciones en Valencia tras las recientes inundaciones, la creciente demanda de coches eléctricos a raíz de la incertidumbre sobre la extensión del plan Moves, y el aumento inusual en la compra de vehículos para alquilar, todos factores que contribuyeron a este éxito.

Sin embargo, es importante notar que de este millón de coches, solamente 830,000 fueron adquiridos por empresas o particulares. Sin los vehículos de alquiler, el aumento real habría sido solo del 2,1%, según Moya, quien enfatiza que la mayor parte de este incremento se debe al sector de coches de alquiler.

El mercado necesita urgentemente alcanzar entre 1,1 y 1,2 millones de vehículos para consolidar y fortalecer toda la cadena de valor del sector, números que aún están lejos de los alcanzados antes de la pandemia.

Por otro lado, el gran reto del mercado español es incrementar la cuota de vehículos eléctricos. Actualmente, solo el 5,6% de los coches vendidos son eléctricos, mientras que la combinación de eléctricos e híbridos enchufables se sitúa en el 11,4%. Para cumplir con las nuevas regulaciones de la Unión Europea, que exigirán una reducción de emisiones en 2025, es esencial que esta cuota crezca significativamente.

La norma CAFE obliga a los fabricantes a reducir sus emisiones de CO2 por vehículo a un promedio de 93,6 gramos por kilómetro, un límite que se ha reducido en un 15% en comparación con los estándares anteriores. Algunas marcas, como Stellantis, Toyota, Mercedes, Ford y Volvo, ya están formando alianzas para cumplir con estas exigencias y evitar multas.

Moya también hace hincapié en que esta transición hacia lo eléctrico debe ser justa, dado que la media del parque móvil español es de 14,2 años, lo que dificulta a muchos conductores dar el salto a un vehículo eléctrico.

Además, las marcas chinas están ganando terreno rápidamente en el mercado electrificado con un 11% de cuota, un aumento significativo desde el 0,1% en 2021, lo que añade otro nivel de competencia en este ya saturado mercado.

El año 2025 promete ser un periodo emocionante con cifras preliminares de las primeras semanas que indican un aumento de hasta el 24,5% en las matriculaciones de turismos, aunque esto también está influido por las compras provocadas por eventos climáticos recientes.

Para las fábricas españolas, la clave estará en la recuperación de las matriculaciones a nivel comunitario, especialmente siendo Alemania y Francia sus principales destinos de exportación, donde las ventas han caído un 1% y 3,17% respectivamente en 2024. ¡La lucha por el mercado automovilístico europeo está lejos de terminar!