La situación en Gaza se ha vuelto alarmante después de que un brutal ataque israelí en el norte de la Franja resultara en la muerte de al menos 93 personas, incluidos varios niños, provocando una contundente reacción de Estados Unidos. Este martes, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, expresó su horror ante el hecho y la pérdida de vidas civiles, describiendo el suceso como un "horrible incidente".

La agresión se produjo durante la madrugada en Beit Lathia, donde un bombardeo destruyó un edificio de cinco pisos, dejando decenas de heridos según informaciones del Ministerio de Salud de Gaza. Miller señaló que el gobierno estadounidense ha intentado contactar a Israel para obtener explicaciones sobre la situación, ya que la ira crece por la falta de claridad sobre cómo un ataque de este tipo puede resultar en un número tan alto de víctimas infantiles.

"Nos hemos puesto en contacto con Israel para entender qué sucedió exactamente, ya que según los informes, docenas de niños perdieron la vida. Sin embargo, aún no tenemos respuestas", indicó Miller. A pesar de esta drástica situación, el portavoz no anunció acciones inmediatas contra su aliado, aunque insistió en la necesidad de buscar una solución negociada al conflicto entre las fuerzas israelíes y el grupo Hamas, que sigue siendo catalogado como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

Este ataque podría hacer que Estados Unidos reconsiderara su relación con Israel, ante la creciente presión interna y externa por proteger los derechos humanos en zonas de conflicto. La Administración Biden ha estado bajo el escrutinio público debido a su postura hacia la crisis humanitaria en Gaza, donde miles de civiles están atrapados en medio del fuego cruzado.

Además, el Departamento de Estado expresó su preocupación por una nueva ley israelí que prohíbe el funcionamiento de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados en territorios anexionados, incluidas partes de Jerusalén. Miller destacó que el secretario de Estado, Antony Blinken, ya había manifestado su oposición ante este tipo de legislaciones, lo que indica una clara discordancia en las políticas respecto a los derechos de los refugiados palestinos.

La creciente indignación global y la urgente necesidad de un diálogo pacífico son más evidentes que nunca, ya que la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan estos eventos trágicos en Gaza.