¿Está Toyota perdiendo su corona ante Tesla y BYD? La sorprendente batalla de la producción automotriz
2025-01-22
Autor: María
¿Quieres un coche fiable? ¡Compra un vehículo japonés!
Durante años, esta frase ha resonado en la industria automotriz a nivel global. Los estudios de mercado, tanto en España como en EE. UU., han demostrado que marcas japonesas como Toyota, Honda y Subaru son sinónimo de fiabilidad. En el reciente informe de Consumer Reports, se reflejó claramente que seis de las siete marcas más fiables eran japonesas, con Lexus dominando la lista.
La filosofía 'kaizen' de Toyota ha sido fundamental en su éxito. Esta estrategia de mejora continua se traduce en la búsqueda incansable de la perfección y atención al detalle. Un ejemplo emblemático es el Takumi, artesanos de Lexus que se encargan de asegurar que no haya imperfecciones en cada vehículo producido. Sin embargo, este enfoque de perfección rigurosa podría estar amenazado por la revolución de coches eléctricos que encabezan Tesla y BYD, que profitan de un proceso de fabricación más ágil y menos meticuloso.
La gran diferencia reside en cómo se concibe la producción. Mientras que Toyota sigue aferrándose a su legado de manufactura tradicional, Tesla y BYD han adaptado su producción al vehículo eléctrico desde el inicio, eliminando partes innecesarias y usando materiales más ligeros. Por ejemplo, la tradicional barra de acero de Toyota ha sido sustituida por una pieza de plásticos mucho más ligera en los vehículos de Tesla. Esto resulta no solo en un ahorro de peso, sino también en una reducción significativa de costos de producción.
La estadística es impresionante: un automóvil eléctrico cuenta, en promedio, con aproximadamente 11,000 piezas, frente a las 33,000 que requieren los coches de gasolina. Esto permite a Tesla producir un Model Y en solo 10 horas, comparado con las 30 horas que le toma a Volkswagen producir su ID.3. En 2022, Tesla ya estaba generando seis veces más beneficios por coche vendido que Toyota.
Mientras Toyota continúa vaticinando que su tecnología no será reemplazada, debe reconocer la creciente relevancia de la electrificación, especialmente en mercados clave como China y Europa. La automatización avanzada y la simplificación de procesos que llevan a cabo Tesla y BYD les permiten no solo reducir gastos, sino también reaccionar más rápidamente a la demanda del mercado.
La verticalización de la producción es clave para BYD, que fabrica hasta el 40% de sus componentes, lo que le asegura un control sobre su proceso de producción y una rápida adaptación a la demanda. Su planteamiento integral les ha otorgado una ventaja significativa en la competitividad.
A medida que los conejillos de Indias tradicionales enfrentan desafíos estructurales, la pregunta permanece: ¿estará la filosofía kaizen de Toyota perdiendo su relevancia ante la innovadora filosofía de producción de Tesla y BYD? Sin duda, estamos viendo un cambio de paradigma que está dando forma al futuro de la movilidad.