
¿Está en peligro la inversión en EE.UU.? Los inversores empiezan a dudar del excepcionalismo americano
2025-03-30
Autor: Carmen
En los últimos años, la creencia de que EE.UU. era el destino principal para la inversión ha sido un pilar fundamental de la economía global. Sin embargo, en medio de un entorno económico cambiantes, la noción del "excepcionalismo americano" se está viendo cuestionada. A pesar de los avances significativos en el país durante décadas, recientes acontecimientos sugieren que este puede no ser el mejor momento para invertir en el mercado estadounidense.
La economía, que alguna vez fue considerada un corredor seguro y floreciente, está empezando a desacelerarse, alimentando temores de una posible recesión. La administración de Donald Trump, que había vendido una imagen de crecimiento y prosperidad a través de recortes fiscales y una postura dura en el comercio internacional, ahora se enfrenta a un panorama diferente. Los resultados del primer trimestre indican que los gigantes tecnológicos, que anteriormente dominaban el mercado, han visto mermadas sus valoraciones, lo que ha llevado al S&P 500 a experimentar correcciones significativas. Este cambio ha generado incertidumbre y ha empujado a los inversores a buscar alternativas fuera de EE.UU.
Coincidiendo con la creciente preocupación económica, un reciente informe de Bank of America revela que los gestores están retirando sus inversiones en EE.UU. a un ritmo sin precedentes. La encuesta de marzo también revela que el dólar, que históricamente ha sido una moneda fuerte y de refugio, está perdiendo valor. Esta caída en la moneda podría ser interpretada como un signo positivo para la reindustrialización que persigue el gobierno, pero también refleja el deterioro en la confianza de los inversores.
El impacto de estas transformaciones no es trivial. Economistas como Benjamin Dubois estiman que la desdolarización de la economía global ya ha comenzado, especialmente después de las sanciones impuestas a Rusia, que han afectado las reservas globales de divisas. El experimento económico de Trump ha exacerbado esta situación, y las políticas cambiantes han sembrado dudas sobre el futuro de la economía estadounidense.
En el campo energético, Estados Unidos ha logrado aumentar su producción de petróleo y gas a niveles récord, en contraste con la crisis energética que enfrenta Europa. Sin embargo, la deuda pública del país continúa aumentando, alcanzando cerca de 30 billones de dólares, lo que plantea nuevas preguntas sobre la sostenibilidad del gasto público.
Los analistas de Bank of America también destacan que el excepcionalismo de EE.UU. se ha edificado sobre tres pilares: energía, tecnología y deuda, todos en incertidumbre. Mientras tanto, los mercados están comenzando a orientar su atención hacia otras partes del mundo, donde las proyecciones de crecimiento parecen ser más prometedoras.
A pesar de este ambiente downturn, algunas de las instituciones más poderosas, como BlackRock y Goldman Sachs, mantienen una perspectiva optimista sobre la capacidad del mercado estadounidense para recuperarse. BlackRock, por ejemplo, sigue sobreponderando la inversión en EE.UU., afirmando que la inteligencia artificial puede otorgar una ventaja competitiva considerable a las empresas estadounidenses.
En resumen, aunque existen señales de alerta que pueden indicar una posible crisis en el excepcionalismo americano, el debate sobre la dirección futura de la inversión en EE.UU. sigue siendo intenso. Los próximos meses serán críticos para definir el futuro de la economía estadounidense y la confianza de los inversores en su capacidad para liderar a nivel mundial.