Investigadores de varios centros de investigación en China han realizado un ensayo clínico de fase II que podría cambiar el panorama en el tratamiento del cáncer esofágico metastásico o recurrente. El estudio revela que la combinación de los innovadores agentes anti-PD-L1, benmelstobart y anlotinib, junto con paclitaxel y cisplatino, ha mostrado resultados prometedores en pacientes con carcinoma esofágico de células escamosas en etapas avanzadas.

Los resultados son sorprendentes: este régimen de tratamiento en primera línea, seguido por una terapia de mantenimiento con benmelstobart y anlotinib, se asoció a tasas de respuesta objetiva del 72% y a un control de la enfermedad del 84%. En un notable 83% de los pacientes que respondieron positivamente, la mediana de duración de la respuesta superó los seis meses, y la mediana global de sobrevivencia alcanzó más de 16 meses.

Más alentador aún, aproximadamente el 75% de los pacientes estaban vivos a los 12 meses después del tratamiento, con una supervivencia significativamente más alta en aquellos que no presentaban metástasis hepáticas. La doctora Suxia Luo, investigadora en la Universidad de Zhengzhou y coautora del estudio, destacó que aunque las tres cuartas partes de los participantes experimentaron efectos adversos de grado 3 o superior, los cuales incluyeron neutropenia, anemia e hipertensión, con un caso trágico de hemorragia intracraneal fatal, los beneficios de la terapia parecen superar los riesgos potenciales en muchos casos.

Este avance no solo ofrece esperanza a los pacientes y sus familias, sino que también podría iluminar el camino hacia tratamientos más avanzados y efectivos en el futuro. La investigación en oncología sigue mostrando su potencial para desafiar y superar los límites de esta devastadora enfermedad.